Ya lo dijo Xavi Hernández

Ayer comenzamos una nueva ilusión, un nuevo campeonato en el que, como siempre, queremos gritar campeones. Sin embargo, más allá del baile, quiero destacar un factor no menos importante: el horario, llevándole en este caso la contraria al entrenador del Barca, Xavi Hernández.

Tarde de buen fútbol

Ayer Millonarios me demostró que no está en pretemporada, muy por el contrario del Medellín, que parece no haber superado el golpe de la final del año pasado. No obstante, hay algo que me gustó mucho más que la ‘manito’.

En una ciudad tan concurrida y llena de caos como lo es Bogotá, no tenemos tiempo para malgastar, por eso nos programamos con mucha antelación para realizar un plan. Planes como los que ya están marcados en el calendario para asistir al estadio.

Teniendo en cuenta que nos encontramos en la plenitud del verano bogotano, no hay mejor plan para una familia futbolera que asistir al ‘coloso de la 57’ , y mucho más si al que vamos a ver es el equipo de ‘Tito’.

El horario de domingo cuatro de la tarde en mi concepto es el mejor de la liga colombiana, el prime, como lo llamarían los encargados del rating de la televisión.

Un domingo a las cuatro se pueden ver en los asientos del Nemesio a esos pequeños hinchas que por el trasnocho de las ocho de la noche evitan ir, y más aún, cuando por ejemplo, hoy, muchos de estos pipiolos regresan al colegio.

Ver fútbol en la tarde también te permite no matarte la cabeza esperando a que te salga el carro de aplicación para regresar a casa, o salir del estadio corriendo hasta la estación de Transmilenio para coger el último biarticulado.

No hay nada más harto que madrugar, dirán algunos, y sí, pero madrugar enguayabado es lo peor. Jugando a las cuatro de la tarde, todos esos hinchas que les gusta el tercer tiempo o simplemente tomarse esa última ‘pola‘ en Galerías para charlar del partido lo pueden hacer sin que de un momento a otro ya sean las 12 de la noche.

Algunos dirán que lo feo del horario es recibir el sol en la cara, sobre todo los de oriental. Sin embargo, eso también permite asistir al estadio con ropa más fresca, en pantaloneta, por ejemplo. Además, los atardeceres después de las cinco de la tarde se ven mejor desde dentro del Campín, si no, basta mirar esa cantidad de fotos que circulan ya en redes con el sol detrás del 5-0 del score. Eso si, no olviden aplicarse bloqueador.

Ayer afortunadamente no goleamos al Barca de Xavi. De haberlo hecho, el campeón del mundo con España en 2010 habría replicado lo dicho en una rueda de prensa en Madrid después de un partido frente al Getafe. “Nosotros estamos acostumbrados a jugar sin sol. Sin sonar a excusa, estamos acostumbrados a jugar de noche.

Por suerte, el uruguayo Alfredo Arias no escuchó estas declaraciones del catalán y más bien fue autocrítico en la rueda de prensa posterior al juego.

Yo, a diferencia del ‘ mítico 6’ del Barcelona, si apruebo los partidos con sol, inclusive me encantaría que el horario fuera más temprano, tipo mediodía, aprovechar la ciclovía y asistir al estadio en bicicleta sería algo realmente digno de la capital de la bici, -así como lo hacen los aficionados de los clubes holandeses-. Eso sí, primero tienen que asegurarnos parqueaderos y seguridad de verdad, no vaya a ser que salgamos del estadio y nos llevemos una sorpresa.

Pero retomando al tema, el horario de las cuatro nos permite hacer un montón de actividades, incluso les ayuda a todos los que trabajan en el estadio y a las afueras de él llegar más temprano a casa.

Millonarios también tiene mucha responsabilidad en que nos quede gustando el itinerario. Por el momento, llevamos más de cinco domingos seguidos ganando en el sol capitalino. Aclaro, no quiere decir que jugar por la noche sea malo, no, pero realmente el desgaste es mayor tanto para hinchas, jugadores y trabajadores.

Por eso, mi invitación es que seguimos aprovechando este tipo de horarios, porque es más que claro que no lo vamos a repetir con frecuencia. Ayer fue una tarde espléndida, de esas en las que no solo sacamos los tres puntos, sino también las tres g: ganar, gustar y golear. Ahora tenemos que retornar al horario de entre semana, pero qué mejor manera de hacerlo que en una final y después de una ‘manita’ bajo el atardecer bogotano.

Daniel Santiago Casas
En X @DanielSC2403