Millonarios Medellín 2024

Millonarios trituró al Medellín en su debut en casa de 2024

En su primera presentación como local de 2024, Millonarios ganó, gustó, goleó, arrasó y apabulló: fue 5-0 al DIM subcampeón de 2023-II. Édgar Guerra anotó triplete y además, registró su nombre como el del autor del quinto gol más rápido de la historia de Millonarios. Leo Castro y Larry Vásquez, en la última jugada del partido, terminaron de escriturar la paliza ante un equipo antioqueño que desde los cinco minutos ya se había resignado a perder.

Gamero optó por cambiar su 4-2-3-1 tradicional y cambiar por un 4-4-2 con Giordana y Castro desde el inicio. Con Guerra (Paredes no alcanzó a estar para el partido) por la derecha y Beckham por izquierda, y con Vega y Giraldo como doble cinco en la media cancha. Un esquema similar al que utilizó Hernán Torres en su paso por Millos, hace ya más de una década.

A los 20 segundos del partido ya estaba ganando el Embajador. Un pelotazo de Banguero encontró completamente solo a Leo Castro por la izquierda y el 23 puso el pase de la muerte al centro del área para que Guerra anotara el primer gol de la tarde, con suspenso porque tuvimos que esperar dos minutos hasta que el VAR se encargara de ratificar lo que para el juez de línea de Oriental era un fuera de lugar que nunca existió. La verdad es que Leo recibió ese pelotazo tan, pero tan solitario y libre, que hasta el línea creyó que estaba adelantado. Tras la revisión, Bismarks Santiago señaló al centro y así llegó el 1-0.

A los 5 minutos, otro pelotazo significó el segundo gol de Millos y el segundo de Édgar, que es ahora el primer jugador de la historia azul en hacer dos goles en los primeros cinco minutos de un partido. Esta vez fue Llinás el que bombeó desde terreno propio y Guerra aprovechó la lentitud y pasividad de tres jugadores del DIM que se miraban sin saber quién iba a tomar la pelota (muy al estilo de «cuelga tu, no mejor cuelga tu») para ganar en velocidad, tomar la pelota, eludir al nerviosísimo portero del visitante y con el arco a su disposición mandarla a guardar. Era el 2-0 y ahí se sentenció el partido.

A los 16 llegó el tercero. Pase filtrado entre líneas de Banguero al centro del campo, finta preciosa de Giordana para dejar pasar la pelota y confundir al marcador y Leo Castro recibió, avanzó unos metros y en dos tiempos definió para el tercero de la tarde. Nadie lo podía creer en ese momento. Ahora las cuentas del hincha eran para pronosticar cuántos goles más se iba a llevar en la maleta el «poderoso» para la capital paisa.

Giraldo tuvo el cuarto en una pésima salida del portero del «rojo paisa» y su remate fue salvado en la línea por uno de los centrales del rival. Era todo un monólogo azul ante un rival que desde que entró ese segundo gol estaba entregado y resignado en cancha. Tanta era la superioridad de los de Gamero, que Alfredo Arias decidió para el segundo tiempo poner un central más y jugar «a no recibir más goles», «a que la derrota no fuera una catástrofe». Finalmente sí lo fue.

Lo que Arias y sus muchachos nunca pudieron descifrar fue la fórmula para contrarrestar ese pelotazo aéreo a espalda. Había causado el primero, había causado el segundo, y volvió a hacer estragos para causar el cuarto. Giraldo puso el pase, Guerra corrió al espacio, llegó primero que todos los de camiseta roja y le punteó la pelota al arquero nervioso. Después, en un afán por rechazar, Ortiz hizo un blooper, y Édgar aprovechó tiempo, espacio, pelota y momento para anotar el 4-0 y su primer triplete como profesional.

Ya después, Gamero pudo aprovechar la superioridad para poner a debutar a Edinson Largacha –quien había tenido minutos en la pretemporada-, para darle minutos a Macka y para volver a jugar, por un pequeño instante, con el 4-2-3-1; para que Guerra y Giordana salieran entre aplausos y para que Bertel y Banguero volvieran a jugar juntos por izquierda como en Barranquilla. Sobre el final también entró Larry por Giraldo.

Y en la última, cuando se completaban los dos minutos de adición que había ordenado Bismarks, Larry remató al segundo palo y mandó la pelota a guardar para convertir el Poker en manita, para convertir el SML por un instante en 5ML, para cerrar el partido y para romper 17 años sin hacerle cinco goles al Medellín. Abrazos, celebración, saque del medio y fin del partido. Fin de la faena.

Fue el mejor debut posible de Millonarios en este Apertura. No siempre pasa que un equipo debuta contra el vigente subcampeón con una goleada abultada. El marcador invita a creer que este miércoles, ante Junior, podemos soñar con revertir ese 0-1 en contra para ganar la SuperLiga.

En X: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido