Los cuatro retos
Es el momento de olvidar cualquier rencilla o mala vibra para unirnos a un solo objetivo: campeonar.
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Desgaste emocional
Ser hincha de Millonarios es un desgaste emocional bravísimo. Y, lastimosamente, se ha vuelto algo cíclico.
En caliente
El rival, con muy poquito, nos ganó un partido que era la oportunidad de reivindicación de las malas presentaciones recientes
Efectos colaterales
En lo táctico estamos más que bien, ahora hay que reforzar lo mental, que es donde hemos flaqueado.
Confianza, pero no confiados
Estamos más cerca del objetivo y este equipo ilusiona, pero aún no se ha ganado nada.
Paninis y preocupaciones
Los últimos partidos del Tico han sido un espectáculo, tanto en defensa haciendo cierres a lo Maldini como contra el DIM, o en ataque como el pase 'riquelmiano' a Gómez para marcarle a Cortuluá.
Ver el bosque, no el árbol
No está mal criticar, siempre y cuando esta sea constructiva y no destructiva, como lo quieren hacer ver algunos por un partido atípico donde no llegamos al arco contrario.
Una disculpa pública para Luis Carlos
Andrés Rey le escribe pidiendo disculpas al delantero de Millonarios, Luis Carlos Ruiz.
Epifanías y revelaciones
Ahí seguimos, pagando el abono más costoso del país y sin ver que ese dinero sea reinvertido en Millonarios. ¿Estaremos haciendo las cosas bien?
Humo y desahogo
Espero un milagro. Un acto de sensatez de la directiva con el profesor Gamero entregándole (¡por fin!) un plantel digno para poder materializar el sueño