David Mackalister Silva

El viejo hospital de los muñecos

Ayer le leí a un par de cuentas de X que varios jugadores estaban «entre algodones» para el partido contra Águilas Doradas. Todos por sobrecargas musculares.

Me cuesta recordar una racha tan desafortunada de lesiones. Sumado a los que ya tenían temas musculares, más los jugadores que están en proceso de postoperatorio, hay más de 10 jugadores lesionados de 35 aproximadamente que componen la plantilla. Casi un tercio de estos. 

Recuerdo una época de lesiones de ligamento cruzado por allá en 2013, donde en un desafortunado partido en Medellín Jorge Perlaza y ‘Ganiza’ Ortiz tuvieron esta grave lesión dadas las condiciones del césped del Atanasio. Ahora, aunque no son lesiones de tal gravedad, pueden dar para un par de semanas de quietud. 

No sé a qué atribuirle esta mala racha. No creo que se trate de algo relacionado con preparación física de pretemporada, porque este equipo se ha caracterizado por tener un correcto manejo de toda la parte médica (kinesiólogo, fisioterapeuta y médico deportólogo), pero sí es bastante curioso que sean casi 8 jugadores con temas musculares cuando no llevamos ni la tercera parte del torneo. Y no olvidemos que este equipo descansó a finales de año como hace mucho no lo hacía después de la eliminación de la liga 2023-II.

Quizá también sea mala suerte. Afortunadamente aún tenemos tiempo para recuperar la nómina de cara al primer partido de Copa Libertadores y también el suficiente para darle rodaje al equipo con todos los elementos disponibles. Soy optimista de que a finales de este mes tendremos a la gran mayoría de los lesionados con el alta médica y/o haciendo trabajo de campo. Por lo menos los tiempos coinciden con lo descrito en los partes médicos emitidos por el departamento encargado. 

Aún con este panorama hay buenas noticias: con una nómina incompleta estamos de segundos en la tabla de posiciones. Sigo creyendo que este plantel está mal planificado y que faltan jugadores, pero lo que es un hecho es que los que entran están respondiendo y nos está alcanzando para acercarnos a ese primer objetivo de clasificar a la segunda instancia del torneo.

Necesitamos recuperados a Macka y Cataño para que expongan su magia en el campo; a Pereira para tener equilibrio y técnica en la mitad de la cancha; a Banguero para su experiencia y primer pase limpio; a Paredes para tener un tandem en la banda derecha y explotar su velocidad; a Llinás, Larry y Castro (en caso que lo estén) que son habituales en la formación titular y hacen parte de la columna vertebral del equipo; y al resto de lesionados que son importantes también. 

El viejo hospital de los muñecos de Millos sigue ingresando pacientes. Sea esta la oportunidad para que, aprovechando las ausencias, podamos ver a juveniles como Sander, Arevalo, Carvajal, Yuber, entre otros, que digan ‘acá estoy’ y asuman la responsabilidad. 

Si es un tema de preparación física, a nivelar las cargas y recuperar; si es un tema de mala suerte, que Millonarios acuda a la ruda, baños con azúcar o cualquier ritual absurdo y no absurdo que exista para atraer la buena suerte y alejar la mala. 

Miraremos cuál será la nómina de convocados para el partido contra Águilas Doradas y si finalmente a algunos de los mencionados en esas cuentas de X le alcanzó para jugar. En caso tal de que no, que se recuperen pronto y no exponerlos a complicaciones mayores. 

Confiar en el que juegue y apoyar, es lo que le queda por hacer al hincha. Y, por supuesto, confiar en el trabajo del departamento médico.

Por Andrés Rey Hernández
En X: @andresreyhdez