MILLONARIOS Junior 2021

El mejor partido del semestre

Cuando Millonarios empató con América, jugando muy mal y superado tácticamente, comenté en este espacio y en mis redes que era un reto de lo que podía venir en finales y nos había quedado grande. Ahora, después de un contundente 4-1 sobre el Junior, que es aspirante a título y tiene una de las mejores nóminas del país, debo decir que el equipo de Gamero volvió a tener un abrebocas de lo que serán las finales y no sólo fue reto superado, sino que la hinchada azul ahora si tuvo esa sensación de que la 16 puede ser una realidad.

Pero la emoción de la gente, totalmente justificada, no fue solamente por el rival que estaba al frente ni por lo holgado del marcador. Mucho tiene que ver también el juego mostrado sobre todo en el segundo tiempo. Esta vez hubo vértigo, velocidad y precisión. Junior quiso jugarle al Millos mano a mano y pagó el precio: se llevó cuatro goles en la maleta.

El visitante sorprendió haciendo presión alta en los primeros minutos del partido hasta que Millos entendió cuál era el punto débil del rival. Había llovido tanto en Bogotá que la cancha estaba pesada y los rivales se resbalaban más de la cuenta. Y aparte, todo centro al área era rechazado al centro. Los errores en la entrega de la defensa «tiburona» estaban al alza.

Así llegó el primer gol de la noche. Giraldo puso un pase a la derecha, a Pereira se le escapó la pelota pero recibió Émerson y Juan Carlos acompañó la jugada, vino el centro al área, el cabezazo defensivo fue errático y al centro y ahí estaba Pereira para aprovechar y rematar cruzado al segundo palo.

La ventaja azul duró poco y el Junior encontró el empate con un golazo de Martínez de larga distancia, inatajable para Ruiz y en una jugada en la que toda la zaga azul pecó por dejarle todo el tiempo y espacio del mundo al rival antes de patear al arco.

El final del primer tiempo fue mejor para Junior, elevado anímicamente con el golazo del empate y mejor en materia ofensiva. Millonarios terminó lejos del arco de Viera y así llegó el entretiempo.

La jugada clave del partido, la que cambió para siempre el curso de la historia, fue la primera del segundo tiempo. Después de un remate de Ruiz que pegó en los dos palos, Fernando Uribe puso el 2-1, validado tres minutos después por revisión de VAR. Cualquier estrategia que haya tenido el DT de la visita se rompió inmediatamente.

Desde ese momento, el trámite del partido mostraba a Junior con sus líneas adelantadas tratando de buscar el empate y a Millonarios haciéndole presión a su defensa para provocar el error y capitalizar en velocidad. Y como la defensa de Junior se había equivocado muchas veces, para Millos era el escenario perfecto.

Cada vez que los nuestros presionaban y generaban la mala entrega, el siguiente paso era explotar con velocidad los huecos en las bandas del mal parado Junior y capitalizar. Daniel Ruiz aprovechó la izquierda, remató, Viera dio rebote,lo tomó Macka, puso el pase de la muerte y Uribe sentenció el 3-1. Y más adelante le tocó a Émerson explotar la derecha y romperle el arco al portero uruguayo para el 4-1.

Y cada vez que Junior quiso seguir jugando mano a mano y se equivocaba, Millonarios recuperaba y le generaba dolores de cabeza. Uribe erró dos más clarísimas, Márquez tuvo otra y Viera sacó tres más. Casi es una goleada histórica.

Al ritmo del Ole, de los aplausos y del canto de «vamos cantemos todos que este año vamos a salir campeón» se terminó la que es, por mucho, la mejor noche futbolera del semestre. Millonarios ganó, gustó y goleó. Le pasó por encima a un rival de quilates y le envió una invitación a su afición a creer, por primera vez en el Finalización, el equipo de Gamero fue superior a un aspirante al título.

En Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido.