Hinchas Millonarios Junior

Somos todos, somos otros

La violencia es un tema transversal en el fútbol. Se puede caer en la ligereza de generalizar el comportamiento de unos pocos, antes que individualizar a quienes generan desmanes dentro y fuera del estadio.

La Alcaldía, en aras de ser incluyente, permite el ingreso de ciertas hinchadas (no todas, hay que decirlo) con restricciones y requisas. Ayer, con partido Clase B, la fuerza disponible fue muy poca en el momento que los viajeros de la barra popular del Junior, incitaron a una de las barras populares de Millonarios, intentando robar una bandera. Los hinchas embajadores reaccionaron de forma violenta, bajaron de su tribuna y trataron de agredirlos ante el desatino de los visitantes.

En oriental, donde replicó la pelea, todo fue caos: corridas dentro del estadio, bolillazos a los asistentes, gases lacrimógenos y personas levemente lesionadas. Fuera del estadio, vimos cómo los hinchas de Millonarios que no estuvieron involucrados en la pelea, que no son parte de ninguna barra popular, fueron desalojados hacia norte por los Carabineros de la Policía: sin discriminar, agredieron sin parangón a los que intentaban salir hacia sus casas, por la Calle 53 o aledaños. Terrible ver padres de familia abrazando a sus hijos pequeños y protegiéndolos de los gases. Terrible ver tanta gente corriendo buscando reffugio cuando la idea original era ver un espectáculo deportivo.

Sin educación de parte y parte no podemos construir espectáculo de fútbol. Se han propuesto talleres y espacios de convivencia entre barras para que solucionen o, al menos, hablen sus problemas. Pero esta capacitación no solo debe ser para hinchas: los policías también deben tomar ese curso porque no están educados para respetar el asistente a fútbol. Es más fácil generalizar antes que individualizar y eso pasó ayer.

Para terminar, ¿en qué quedó la judicialización por porte de armas blancas a los hinchas del Bucaramanga que llegaron a Bogotá, hace dos semanas? Es verdad: tener una navaja no es un delito. Y luego los violentos, somos todos, somos otros.

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco