Millonarios Junior 2018

El día después, número 12

Apenas el sol se escondía en el horizonte, las luces del Nemesio Camacho estaban a media luz. Una penumbra profunda quedó en el ambiente antes del partido ante Junior, cosa a la que no estamos acostumbrados dentro de este recinto. Y después, también hubo oscuridad.

El análisis del juego podría quedar resumido en el empate 1-1, con Millonarios golpeado por el visitante con un gol de cuatro toques desde el arquero Viera y definido por Jarlan Barrera en el ángulo imposible, en el hueco por donde era más difícil hacer el gol. Luego vino la respuesta con un penal discutido por una mano en el área, sancionado por el asistente dos, el de oriental. Gol al centro del arco por intermedio de nuestro capitán, Andrés Cadavid.

Hasta ahí, poco para agregar al juego. Los primeros 45 minutos perdidos, sin definición y con variantes que se pidieron días antes del partido: la nómina no es de 18 jugadores en promedio, pero Jáder Valencia no es Roberto Ovelar. Permanentes rotaciones en el frente de ataque donde Hauche no fue el Hauche sorprendente de los tres primeros partidos y Ayron, nuestro goleador, sacrificado por cualquiera de las dos bandas. Duque otra vez lesionado y Carrillo es el cuarto visitante de la sala médica en el segundo semestre. Con Rojas y Domínguez como suplentes, tuvieron acción para contrarrestar los embates por el medio campo, jardín permanente de ataque ‘tiburón’. No alcanzó.

El dato es preocupante y escalofriante: un rendimiento del 27% como local, en lo que llevamos de torneo, cuando el semestre pasado solo fueron cedidos seis puntos. Con matemáticas y diez partidos por jugar –cinco de ellos en casa– hay margen para entrar dentro de los ocho para la siguiente fase del torneo, pero el nivel de los jugadores no da pie para pensar que pueda pasar: solo ellos validan el sistema de juego, desgastado, para pensar que pueden dar más dentro de ese libreto. Hoy estamos fuera de esa instancia. Hay Copa y Sudamericana: cuatro lesionados (Ovelar, Duque, Carrillo y Macalister) son demasiadas razones para pensar, luego que termine este mes, que deben escoger qué torneo quieren o pueden ganar. Queremos ganar todo, ¿podemos ganar todo?

A veces, hablar del árbitro es un tema sensible. No solo por el momento dentro del partido sino porque, al parecer, a los hinchas no les gusta ninguno. Luis Sánchez, ex FIFA, tuvo un partido bastante regular: hubo una mano en el primer tiempo que no sancionó a nuestro favor y se metió en un berenjenal en el segundo penal, el del empate, porque se apoyó en su compañero. La disciplina del partido se salió de las manos dejando que los visitantes perdieran todo el tiempo posible y pitando faltas al contrario.

De igual forma, los hechos lamentables a los que estamos sometidos en Bogotá, con hinchas visitantes, vinieron por cuenta de la mala planeación de la Policía Nacional. Es más fácil evacuar mil personas antes que 12.000 y es ilógico que, con antecedentes, este partido sea catalogado como Clase B. Como segundo tema, quienes asistimos al estadio de forma permanente, sabemos que estos visitantes provocan de forma constante: ayer por poco roban una de las banderas de la barra popular ubicada en sur. La provocación fue contestada dentro del estadio y vinieron los desmanes. Gases lacrimógenos, disparos de salva y corridas por parte de los uniformados hacia los portadores de camisetas azules: la calle volvió a ser un campo de batalla y todo por la mala planeación de personas que, desde un escritorio del Distrito o la Dirección Nacional, no entienden quiénes son los visitantes.

Miguel Ãngel Russo es el mejor técnico-formador que hemos tenido en varias décadas en Millonarios. Pedimos “proceso†y ahora no lo aguantamos por un bache que va a pasar pronto. El sistema está en discusión por no obtener los resultados esperados, pero ¿lo vamos a echar? Y si fuera así, ¿qué entrenador está disponible? Queríamos jóvenes de la cantera hace una década y hoy no los soportamos, a algunos. ¿Ustedes quieren cambiar de nómina y técnico cada seis meses? No somos el Huila, Pasto o Alianza Petrolera. No hay atisbo de duda: para quien escribe, todos se deben quedar, nadie debe salir y este mal momento será una anécdota.

Luego de la penumbra, viene la luz.

Próxima parada: Montería como sede alterna, en Copa y Liga.

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco