Millonarios Pasto 2022

Con Cabeza Fría: laboratorios

No son sólo los ensayos favoritos de Mackalister en los últimos años, o los de las aulas en los colegios, o donde uno lleva las muestras de sangre para sus estudios. Millonarios nos sometió a laboratorios permanentes en los que experimenta a ser un equipo de fútbol, cuando todos nos cansamos de comprobar que es una empresa que se estrella con logros deportivos (morales) por añadidura.

Escucha la columna aquí.

Lo grave del asunto es que ellos, los que manejan este Club, creen ciegamente en su laboratorio y su efectividad. Lo peor, que en verdad y para sus propósitos individuales sí esté funcionando, gracias a la venta de jugadores, el saneo de deudas, los “refuerzos†libres y/o en préstamo y, como cereza de su mejor pastel, un director técnico hincha del equipo que se conforma con las migajas que le den para armar su idea (aunque el mismo Gamero los contradiga en su rueda de prensa y revista de “fake news†las acusaciones espejo del Departamento de Comunicaciones).

Increíblemente fuimos más de 10000 asistentes y un número similar de abonados, a mi parecer más de los esperados después del lánguido 2022-1, los que presenciamos el inicio de la Liga. Y sin duda, fuimos mucho más que lo que este equipo ofrece: una fotocopia de lo corrido del año; un segundo tiempo de los partidos contra Junior y Nacional en los cuadrangulares; un calco de jugadores sin sangre, sin ideas, sin rebeldía. Una cosa es que haya una ruptura con la idea de los dueños; otra, que los jugadores y el mismo ‘profe’ se ensimismen en su ego y sus errores: malograr tiros libres, hacer tacos y filigranas insulsas, actuar de delanteros siendo laterales y conjugarse con despejes infantiles para regalar un empate inconcebible; pedir faltas por todo y hacer pataletas, confiar en las alternativas del banco por sólo 15 minutos, de nuevo demorarlos y, consecuentemente, paseen éstos sin pena ni gloria por la gramilla.

En el borrador de su columna de ayer, Leandro Melo hablaba de cómo el partido contra Pasto no iba a ser un termómetro de lo que será el resto de la Liga. Yo lo contradigo: siento y reitero que nos sentimos todos en un tiempo extra del Millos modelo primer semestre, donde pudimos haber jugado hasta la medianoche y nada habría pasado. En el desayuno uno ya sabe cómo será el almuerzo, y con la política de contratación y manejo de la ‘Compañia MFC’ sumado a la caracterización del rival que tuvimos en frente, sí se sintió una desesperanza en las escaleras de salida del estadio. Una resignación a que el laboratorio seguirá siendo el mismo. Una jornada en la que el fútbol de nuestro equipo ya no fue lo más importante de lo menos importante, porque no queríamos que el fin de las vacaciones fuese amargado por la insensatez y la falta de ambición.

Mira aquí las fotos del partido.

Minuto de adición, profesor Gamero: No queremos que ustedes “enamoren a la aficiónâ€, nosotros ya amamos y amaremos toda la vida a Millonarios. Queremos ser campeones. Sin milonga. Sin excusas. Sin pipetas, mecheros ni probetas.

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano