Hinchas Millonarios

La casa siempre azul

Aunque por la óptica parecíamos más, la cifra entregada por la oficina de comunicaciones del Club habla de 33.084 asistentes al estadio El Campín para el partido entre Millonarios y América, 33 mil hinchas todos de Millos ante la restricción de hinchada visitante. Esta cifra es, hasta ahora, récord de asistencia de 2017 en Bogotá, y es bueno decirlo porque ya era más que fastidioso el bombo que le estaban dando los medios a las aficiones de equipos de afuera de la capital por dos juegos con Equidad.

La casa, toda, se pintó de azul, como debe ser siempre. Y esas 33 mil personas disfrutaron el mejor partido de Millonarios en muchísimo tiempo, lleno de categoría y jerarquía. Montones de disfraces de fantasmas con la letra «B» en rojo grande, miles de banderas, decenas de tapatribunas y, sobre todo, muchísima pasión para adornar una jornada redonda.

El punto máximo del descontrol se vivió apenas Eliser vacunó a los americanos por tercera vez. El Campín era una caldera. Todos al mismo tiempo cantaban y saltaban. «El que no salta es de la B» era lo único que se escuchaba. Los que estaban en gramilla cuentan que el piso temblaba. Había ambiente de final para un juego de todos contra todos.

A los 30 minutos del primer tiempo ya se escuchaban los ole, a los 15 del complemento el «jamás he dejado de ser tuyo» retumbaba por todos los rincones. En la previa alcanzó a verse un drone con el fantasma de la B que, lamentablemente, debió volar un poco más bajo para que todos lo vieran. Si en la cancha fue un paseo, en la tribuna la fiesta fue mucho mayor.

Se hizo todo el trabajo para organizar la primera gran fiesta del año y el resultado fue mucho mejor de lo esperado. Se viene otro clásico y desde ya las barras preparan otro espectáculo. La casa se pintó de azul y la hinchada de Millos todavía no deja de celebrar la goleada del sábado.

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