Tolima y el extremo ausente

Antes de las 6:00 p.m. del sábado 3 de febrero de 2024 el partido que disputaría Millonarios contra Deportes Tolima era absolutamente perdible, tal y como terminó sucediendo. Pero hay formas de perder. 

En medio del desastre de partido,  
lo «positivo» es que quedó mucho más a la luz varias situaciones que deben ser atendidas de inmediato para seguir aspirando a hacer la mayor cantidad de puntos posibles, antes de iniciar a competir en la Copa Libertadores.

Principalmente, se ratifica que la nómina en ataque es corta, especialmente en el tema de extremos. En una rueda de prensa, antes de la salida de Edgar Guerra, Gamero hablaba de tener 6 extremos y estar conforme, pero estas fechas han evidenciado la necesidad de tener mayor experiencia ante la juventud de los extremos actuales y ante el esquema que se viene planteando en cancha de dos atacantes. 

Con la salida de Guerra –irónicamente uno de los experimentados– quedamos en manos de un desconocido Beckham Castro que desde su despunte en el apertura de 2023 ha sido más de chispazos que de regularidad. Contra Deportes Tolima fue sustituido al entre tiempo después de una pálida presentación, incluso hasta con algo de displicencia. 

Jhon Largacha es un buen prospecto, pero tiene la irregularidad del juvenil colombiano que hace un buen partido y al siguiente desaparece. Es parte del proceso, es algo normal, pero es claro que para disputar Copa Libertadores no podemos depender exclusivamente de él. Que la necesidad no nos lleve a «quemar» una buena apuesta del club, no sería justo con el propio Largacha que merece ser llevado como corresponde. 

Y bueno, ni que pensar de Yuber Quiñones que va recorriendo los pasos de Jorge Rengifo. Uno que otro remate de media distancia, una que otra gambeta, pero también con la irregularidad del juvenil que no se afianza. 

Es notoria la necesidad de un extremo. Lo era incluso antes iniciar la temporada. Siempre he pensado que necesitamos sumar 3 extremos (aunque viendo el panorama no sé si conformarme con 1…) y a estas alturas sin cupo de extranjeros las opciones en el mercado o son limitadas o son costosas, pero también ha sido falta de gestión del comité de contratación de Millonarios. 

Las comparaciones son odiosas, pero quiero poner el ejemplo del DIM con Mender García. El delantero salió libre de Minnesota, el DIM tenía la necesidad de un jugador para esa posición y a los dos días ya lo había anunciado como contratación. ¿Qué nos está faltando en el proceso de fichajes? ¿Inversión? ¿Voluntad? ¿Habilidades de negociación? El caso es que a la fecha no ha llegado ningún jugador para la posición y, aunque Gamero diga lo contrario, de los ausentes también hay que hablar porque eso denota falta de gestión y planificación deportiva.

Retomemos la idea de las formas de perder. Deportes Tolima es un buen equipo, tiene un buen DT (que se autodestruye con sus propios cambios) y estaba jugando de local en una plaza que es complicada para Millonarios, no en vano ya son 11 años sin ganar en el MaMuT.

Una derrota podía estar en las cuentas, lo que no estaba era ver un equipo cansino, sin espíritu competitivo y sin variantes después de unos 25 minutos que fueron aceptables. Fue un equipo desconocido, sin la actitud que suele mostrar y que lo ha llevado a tener los buenos resultados recientes, que se metió en el partido más por culpa del rival que por mérito propio. Ademas, vimos varios jugadores en un bajo nivel individual, incluso fallaron los que nunca suelen hacerlo, sumado a que las opciones que tuvimos que no supimos capitalizar. En fin, es un partido para el olvido y que terminó generando una gran decepción sabatina para el hincha Embajador.

Espero que la semana que entra sea de noticias, de confirmar a ese jugador (insisto, para mí hace falta más que uno) que engrose la nómina actual, de recuperar elementos para seguir teniendo variantes y de levantarnos contra un América de Cali al que siempre hay que ganarle en nuestra casa, mostrando un mejor fútbol y actitud.

Andrés Rey Hernández
@andresreyhdez