No hay lugar para el temor
Antes de abril de 1989, Millonarios le ganaba a Nacional en Bogotá, en MedellÃn o en cancha neutral. Le ganaba por la Liga, por la Copa, por la gaseosa. Para ese momento, eran los verdes los que vivÃan de perder contra Millos y sentir resentimiento total por eso… Entonces, llegó ESA serie de eliminación directa por la Copa Libertadores que tanto nosotros como ellos recordaremos para siempre, la que le dio un vuelco total a una rivalidad que habÃa empezado dos años antes.
Desde entonces, y aunque muchos quieran o traten de negarlo, Nacional se volvió una bestia negra para Millonarios: el campeonato del 94, la Libertadores 95, la Merconorte 98, la Merconorte 2000, la final de la Copa 2013, la Liga 2016-II… salvo dos excepciones (la gran final del 96 y la Sudamericana 2007), siempre que Millos enfrentó a Nacional después de abril del 89 no terminó bien. Y eso hizo -de nuevo, aunque tratemos de negarlo- que el odio que se siente hacia el rival paisa creciera mucho más.
El destino nos pone de nuevo a enfrentar a Nacional en una nueva instancia final, esta vez, para buscar la gran final de la Liga, pre-requisito para el objetivo real del semestre que es conseguir la estrella 15,  pre-requisito para el objetivo real de todo lo que significa Millonarios que es volver a ser el equipo más grande del paÃs.
Todo eso que ha venido pasando desde abril del 89, hace que la serie sea más complicada de lo normal. Jugamos contra el rival más odiado, jugamos contra nuestro pasado reciente, contra un fantasma creado e ideado por nosotros mismos por el odio, que con cada mal resultado ha venido creciendo más. Por eso, recientemente, cada partido con Nacional hace que muchos hinchas sientan miedo en la previa. Eso tiene que cambiar…
Algo tenemos que aprender de lo que pasó en las finales del semestre pasado. Algo tenemos que aprender de lo que pasó en la Copa Libertadores de este año (el «súper mejor equipo del mundo» quedó eliminado sin pena ni gloria en primera ronda). Algo tenemos que aprender, incluso, de Jaguares, que alcanzó a empatar el global y se asustó por eso. Pase lo que pase, NUNCA habrá que salirle con miedo al rival del miércoles.
Jugadores, cuerpo técnico e hinchas, todos debemos mentalizarnos en una sola cosa: tenemos equipo para pasarle por encima a cualquiera, llámese como se llame. Tenemos equipo para que NINGÚN rival nos gane de camiseta. No hay lugar para el temor. Habrá que llegar al estadio este miércoles a alentar más que nunca con la convicción de que se puede ganar y sin miedo por el rival que esté al frente.
Ese será el secreto para ganar la serie y avanzar a la final: la mentalidad. Si queremos volver a ser los más grandes de Colombia, tenemos que creernos el cuento. Hay un pasado reciente por cambiar, y la vida nos pone una oportunidad perfecta para dar el primer paso. ¡SOMOS MILLONARIOS, CARAJO!
Twitter: @elmechu