Millonarios 2022

Con cabeza fría: pagar la boleta

Hace dos semanas tuvimos la oportunidad de compartir una charla con Ricardo Lunari. Durante una hora ‘El Mono’ nos habló sobre su perspectiva del hoy azul, por supuesto, pero hubo espacio para hablar del pasado y una de las preguntas fue sobre Jhon Mario Ramírez.

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Recordaba Lunari que en un inicio «el hijo de Gloria Ramírez y de Millonarios» era reacio al argentino creyendo que venía a desbancarlo, pero luego lograron consolidar una amistad que justamente hace un año le impidió tener la entereza de hablar con nosotros en el especial que hicimos en torno a ‘Jhonma’ al irse a gambetear las nubes del cielo. Elogios al 10 de la camiseta ‘Leona’ que compartieron, las palabras que de él y de todos siempre se evocan al hablar de su trasegar Embajador.

Algo en lo que creía Jhon Mario -y que Ricardo me confirmó- era que el hincha dejaba atrás problemas, tristezas, deudas, y por 90 minutos sólo quería olvidarlo todo y ver y disfrutar a Millonarios; que cuando volviera a su realidad, su cotidianidad de lápices o cinceles, merecía enfrentarla con una sonrisa al recordar gambetas, chilenas, taquitos, filigranas y goles. No hablaba necesariamente de victorias, sino de jugadas que deslumbraran al asistente y pagaran la boleta.

Exactamente de eso hablaron los comentaristas de RCN Radio en el juego contra América por el gol de Carlitos Gómez. De ello mismo llevan hablando por largo rato varios sectores de la prensa, inflando y endiosando al Club azul con remoquetes como «el equipo que más bonito juega» o «el equipo que no tiene rival en Colombia». Pero los tropiezos con Caldas, el rojo de Cali, Junior en la final de ida y Equidad nos deben referir un vaso de agua y unas cachetadas en la cara; al profe y los muchachos, para despertar del letargo y recuperarnos rápido y clasificar, así como perfilar la batalla de vuelta en la Copa. 

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Sin embargo, el agua y los pellizcos nos sirven también a los hinchas para recordar que el periodista deportivo moderno le importa vender, por encima de informar. Su melosería con Millos ni nos debe endulzar el ojo o el oído ni confundir con que somos perfectos. De ahí que su «Visión Jhon Mario» del fútbol y su postura proMillos se cambiase por el orgasmo que profesaron con la marrullería de Alexis García o la del Junior, quemando tiempo en Barranquilla, en apenas 180 minutos de una misma semana; somos nosotros contra todos, siempre ha sido y será así. De paso sea dicho, también busquemos la practicidad y el deseo de ganar, así a veces no se pueda jugar bonito. Porque ni los tiros libres de Ramírez o las chilenas de Lunari ganan puntos si no se defiende bien, ni pagan atracos como los del Metropolitano de Techo cuando Equidad es local.

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano