Peñarol Millonarios 2023

Canto de gol: querer y poder

La combinación de ambas es la apoteosis, es la cima de una montaña que todos escalamos pero en la que muchos se quedan en el camino sin asomarse a la cima, otros vislumbrándola y unos últimos arañando la cúspide pero sin poder izar su bandera de éxito.

En este último grupo se encuentra, con honores y méritos, Álvaro Anzola. Sus equipos de 3-1-3-3, 4-1-3-2, 4-2-1-3, 5-1-1-3 y de todas las variables tácticas que el lector pueda imaginar han defendido su idea, se aferran a su intención ofensiva y argumentan, en lo que hemos visto disputar, que siempre han sido mejores que su rival de cada turno. Pero querer -y plantear y estudiar y proponer e intentar y luchar y demostrar- no ha sido poder. Los puntos se escabullen de las manos como arena en el mar, y cuando deberíamos cabalgar la liga por el transcurrir de cada una de las 8 fechas efectivas jugadas, nos encontramos al borde de una eliminación que resulta injusta pero lapidaria: el fútbol es cuestión de hacer un gol más que el rival.

La otra cara de esta moneda Embajadora es la comunión exquisita del querer y el poder, en cabeza de Alberto Gamero. Ahora bien, no se puede ocultar el sol con un dedo y decir que siempre fue así, porque de serlo este equipo habría vencido al colero del actual grupo H del máximo certamen continental y estaríamos, como lo dicen los hinchas carboneros desde Montevideo y otras latitudes uruguayas, disputando una Libertadores que merecíamos foguear. Pero en el último lloriqueo sobre la leche derramada alegaré nuestra conclusión con amigos y colegas: la solución para evitar decepcionantes fases previas es ser campeón en Colombia. Querer y poder.

Ahora, en el presente y como bien lo decía Leo Melo en sus Taches Arriba de ayer, gozamos de ver y disfrutar un equipo masculino profesional al que todo le sale. El segundo equipo gana y era líder con fechas pendientes, es solvente y no cree en los términos «alternativa» o «mixta». Y el titular pone sus granos de arena en oportunidades de calendario como Santa Fe, Medellín y, en una semana, esperamos que también contra América. Y en la vuelta contra el equipo ecuatoriano y las dos primeras salidas en Sudamericana, conjuga las tres G de brillante manera. Ojalá, como lo decíamos con mis amigos y mi novia anoche viendo a Peñarol presa del «famoso Millos», esto nos sirva a todos para dejar fantasmas atrás y convencernos de que a todos les podemos plantar cara. Porque tenemos con qué, así sea Brasil la procedencia de los cocos. Ojear 2012 y ver cómo juega este equipo 2023 me da la razón. 

Sólo espero que la vida sea justa con el sincero y frentero Álvaro, tal y como hoy lo está siendo con el trabajo feliz y de réditos del sonriente Alberto. El primero decía en dos de las ruedas de prensa anteriores que cuando el arco se hace pequeño, pasa y no te explicas cómo, y que el partido bisagra era la visita a Nacional en …………..  (?). Para mí puede perfectamente ser este jodido América el domingo, que puede traducirse en un envión anímico brutal, siempre y cuando se infle al fin la malla y las Embajadoras lleguen a nuestra misma conclusión de anoche: que lo único que nos comamos sea el cuento y sumemos de a tres para ser consecuentes con el dominio en el césped. 

El canto de gol para esta dicotomía y previa del doblete dominical es ‘People Get Up And Drive Your Funky Soul’ de James Brown: https://youtu.be/Nl-RVIdTUVI

Carlos Martínez Rojas

@ultrabogotano