Taches Arriba: ‘disfrutiño’

Escucha la columna aquí

Nos deleitamos. El goce propio llegó luego del debut en Sudamericana y se trasladó a la Liga local, donde todavía se debe un partido que parece no importar mucho. No solo es el desdén entre lo que le pasa a los demás: también parece que podemos gozar de algo de tranquilidad, una sensación extraña y algo incómoda, porque no sabíamos que la podíamos volver a disfrutar. Mientras otros sufren con la violencia en los estadios del país, esa que nosotros también alguna vez protagonizamos, la mayoría dirá que nuestra realidad es bastante agraciada.

Estamos en la cresta de la ola y surfeamos con sobrada comodidad el presente. Amparados con los resultados recientes, pocos discuten el trasegar. Son tan buenas las noticias que, hasta la faringoamigdalitis de Fernando Uribe, cebado contra la suerte, parece una reseña menor. Ha vuelto Stiven Vega y con la banda de capitán. Se recuperó Luis Carlos Ruiz de sus dolencias en el corazón. El equipo “dos†de Millonarios (basta ya con la carajada de ‘kínder’) ganó en Bucaramanga. Y el “uno†dio cátedra al reponerse de una desventaja con Medellín, ganó el clásico bogotano como visitante y, por supuesto, quiere seguir primero en el grupo de la Copa. Hay que sentirse como el campeón de surf, Kelly Slater: únicos.

Que ni el más mínimo ruido sea capaz de hacerle perder la concentración al equipo. Desde la distancia parecen un pequeño mundo blindado y están totalmente abstraídos de la situación de los otros. Hay que aplaudir tal nivel de condensación grupal, porque no es normal verlo. No recuerdo en los últimos años un equipo tan compenetrado en la idea de juego y con tan buen estado de ánimo. Es un agrado saber que estos dulces momentos sirven para dos cosas. La primera: cuando nos caiga algo de mala suerte, nos apresuraremos para volver a esta memoria del deleite. Y la segunda: para regocijarse, cuando llegue el final del ciclo de este primer semestre, en que acá ya no hay “equipo uno†o “equipo dosâ€. Es uno solo.

El que se porte mal, en la tribuna, lo mandamos donde Mackalister para que le dé un puñetazo, similar al que le pegó a Llinás en pleno abordaje hacia Montevideo.

Inserte aquí el meme de ‘disfrutiño’.

Posdata: si no compran el libro “El mejor equipo del mundoâ€, que no es más que la forma bien escrita para contar El Dorado de Millonarios, habrá tabla. Tiene la firma de Mauricio Silva Guzmán: les aseguro que van a disfrutarlo tanto como yo.

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco.