Canto de gol: las almas

La expectativa era baja, bajísima. A veces hay razones de peso, a veces hay excusas, en otras el horario no es el mejor, o el rival no es Nacional, América o Santa Fe. En la noche del pasado lunes absolutamente todo lo anterior se unió.

Sí, los partidos contra Tolima no son malos y, de hecho, siempre nos suman varias canas de más en la cabeza. Pero sin mentirnos, no es un visitante que motive al hincha no abonado a llenar una cancha. Y sumado a ello, un montón inmenso de factores. Primero, un 7 de agosto que por fin representaba un día hábil remplazado por uno de descanso, que siempre motiva viajes y desconexiones de cotidianidades bogotanas. Y como si ello no bastara, un horario horrible que dificulta para todos el regreso a casa antes de volver a nuestros quehaceres.

Mauro, uno de mis mejores amigos Embajadores, comparte por estos días con su familia la llegada de Santiago, un nuevo hincha azul. Su asistencia al Campín se encuentra en sala de espera por lógicos motivos. Andrés, otro gran amigo que siempre viene desde Tunja hasta Bogotá, tuvo que perderse el segundo tiempo por responsabilidades propias y de sus hijas, una de ellas justamente en medio de las lágrimas de tristeza por no poder ver todo el juego yéndose con él de regreso a casa.

Y con todo y tantos traspiés, compromisos familiares, laborales, viajes e impedimentos, fuimos más de 20.000 personas colmando las tribunas del Nemesio Camacho para acompañar al campeón. Qué hermosa sorpresa deleitar la vista en la gradería y por televisión de cómo un estadio con tantos hinchas apoyaba a un Millonarios que buscaba apenas su primera victoria. Bien lo dijo Andrés Llinás en sus declaraciones, «Siempre tratamos de mantener la intensidad alta. La altura y la hinchada nos ayudan en eso». Y por eso fuimos dignos merecedores de los aplausos por ocupar una de las más de 33.000 sillas disponibles.

Para todas esas almas que incendiaron las localidades de la 57, contra todo y que en su mayoría repetirán en dos noches, mis respetos, mis palmas y felicitaciones, y mi canto de gol para seguir disfrutando un inicio de semana feliz: ‘La 22’ de las 1280 Almas, en honor también a una nueva vuelta al sol de Caro, mi mejor amiga que desde Brasil también siguió fielmente a Millos desde la distancia con otra razón de peso: https://youtu.be/nsC7kPLa-v4

Carlos Martínez Rojas

@ultrabogotano