Canto de gol: ganar y acallar
En el carro regresando a casa después de la tormenta de madrazos a Bismarks Santiago, la granizada de insultos al portero Contreras y la lluvia de errores en primer y último cuarto de cancha, volvió la pregunta incómoda de la continuidad de Alberto Gamero de no darse un título de Liga, la misma incomodidad que se está viviendo en las huestes femeninas del Club.
Tan fríos y aburridos como la tarde gris bogotana salimos los asistentes al Campín, sin entender cómo un partido que se veía tan tranquilo y se vestía con las mismas galas del último de locales en el clásico histórico del FPC. Y ocho minutos le bastaron al siempre jodido Águilas para descoser las prendas azules, ingresando a Jhon Salazar y desnudando la inocencia de Samuel Asprilla, quien pasó de héroe asistidor y casi anotador al jugador señalado por toda la vocación ofensiva por derecha del visitante.
¿Pero y la confianza excesiva del resto del plantel, en una delgada línea hacia la permisividad? ¿Las marcas en los rebotes del primer gol? ¿El ingreso del segundo por el palo de Montero? ¿La salida de Cataño y Uribe, los mejores del partido antes de las elecciones de Gamero? Lo que para el profe es tranquilidad porque sólo nos llegaron dos veces en la primera etapa, a mí me deja muchas preocupaciones porque, en CUATRO minutos, un equipo visitante no puede tener 100% de efectividad.
Esa sustitución de Fernando, más la lesión de Leo Castro y la ausencia de Luis Carlos expusieron en esta novena fecha la falta que hace un delantero 9 neto en momentos y minutos y rivales tan apretados. Ni Mackalister, ni Guerra (de buen juego, sin embargo) ni Jader lograron tener puntería, fuerza o suerte. Y completando el estupor dominical, sólo hay exactas 72 horas para recuperar, corregir y cambiar por oro el pendiente de la fecha uno contra Pasto, con las ausencias de Álvaro y Juan Pablo sumadas al hospital azul.
Hay que levantar rápido y corregir, pero corregir ganando. Porque la moral necesita subirse al mayor tope posible, tanto para el clásico capitalino como para acallar las voces que van pasando de pensamientos a murmullos, y de murmullos a charlas de post partido, de cuál debe ser el máximo de exigencia -o tolerancia- para Alberto Miguel Gamero Morillo.
El canto de gol para acompañar este inicio de semana y la necesidad de seguir unidos y enfocados es ‘Vamos ya’ de Los Fabulosos Cadillacs: https://youtu.be/hTqkQax24Q4
Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano
