Hinchas Millonarios Neiva

Xenofobia en Neiva

Todo parecía ir tranquilamente en Neiva durante las horas previas al partido. Mientras el equipo salía del hotel Chicalá un gran grupo de hinchas esperó allá para sacarse la foto y la firma con sus figuras, varios de ellos residentes en la capital del Huila.

De repente empezaron a llegar las noticias desde el estadio. La policía y la logística estaba negando el acceso a todas las personas cuya cédula de ciudadanía fuera expedida en Bogotá. Un montón de hinchas que llegaron desde la capital afectados y las filas eternas e interminables. Comenzaba el caos.

Minutos antes del pitazo inicial se dio la orden de dejar entrar a la gente y acabar la restricción, pero fueron pocos los beneficiados que alcanzaron a ingresar a la tribuna. Esto porque momentos más tarde entre el PMU y la Policía decidieron cerrar las puertas argumentando que ya se había llenado el aforo de la tribuna, cosa que era totalmente falsa y que registramos desde nuestra cuenta de Twitter.

En ese momento muchos hinchas, tanto de Huila como de Millos, estaban desesperados. Habían pagado 40 mil pesos por una boleta que no iban a usar. ¿Para qué cerrar las puertas y negarle el derecho a la gente? ¿por qué decir que todo estaba lleno cuando no era cierto? ¿entonces se sacó a la venta una cantidad de boletas mayor al aforo permitido?

Tuvieron que pasar 40 minutos para que, luego de mucha negligencia e ineficiencia, se terminara de habilitar el ingreso. Entonces, las casi 250 personas que se quedaron en la fila (hubo gente que desistió y se fue del estadio con su boleta en mano) pudieron entrar. Se perdieron el gol del Huila, las atajadas de Faríñez y la lesión de Salazar.

Pero la cosa no paró ahí. Muchas de esas personas que entraron tarde al estadio fueron obligadas a salir cuando no iban ni 20 minutos del segundo tiempo. Es decir, entraron al estadio a presenciar sólo el entretiempo. Pagaron 40 mil pesos y viajaron 6 horas para que les negaran el derecho básico de poder presenciar un espectáculo deportivo. Una verdadera falta de respeto, de todo.

Con lo que no contaba ni la logística ni la Policía era con que en el estadio Millonarios era local, y se evidenció cuando entró ese gol de Pérez. La mayoría de la gente que quedaba en la tribuna después de semejante redada gritó el gol durísimo.

Con xenofobia, con malos tratos y con irrespeto fue tratada la hinchada azul en Neiva. Y ojo, que la gente siguió al pie de la letra todo lo que se estableció en PMU: cero buses organizados y cero indumentaria abusiva al club. Parece que ni así es suficiente para poder recibir un poco de respeto.

Twitter: @elmechu