Millonarios Nacional 2019

Pudo ser mejor, pudo ser peor

Primer tiempo. Millonarios es una tromba. Ataca con rudeza, apoyado por 31 mil gargantas en la tribuna que están dejando todo lo que pueden en pro de una misma causa: el amor por los colores y el odio repugnante por el rival. Va Pérez, remata dos veces, Cuadrado -el mismo que quemó tiempo en noviembre de 2008 cuando se necesitaba un gol para clasificar a finales- ataja en dos tiempos. La pelota queda servida para Ovelar, pero su remate se va a las nubes con el arco prácticamente solo. Nadie lo puede creer.

Pero Millos es una tromba, domina, va y viene, pone en aprietos a su rival. Se lo quiere comer vivo. De repente, en cuestión de minutos, la esperanza se derrumba de la peor manera: se lesiona Juan David, eje y foco de todos y cada uno de los ataques azules, Maca entra por obligación en su lugar; y en un parpadeo llega el gol de Nacional en una jugada de otro partido. Marcador 0-1 en contra y afuera del campo el jugador distinto… Será que lo Divino no barajó bien las cartas…

Millonarios se pierde, cae en un mar de nerviosismo y ansiedad por el miedo escénico de ver el estadio lleno y el marcador adverso. Nacional se siente cómodo en territorio hostil. Los verdes salen tocando, los azules presionan sin resultado alguno. De repente, esa caldera que era El Campín a las cinco de la tarde se volvió un mar de angustias a las seis.

Pinto mueve el banco, saca a Eliser y Montoya, ingresa a Jáder y Marrugo. Valencia demuestra en escasos minutos la explicación de ser sub20, no le sale media bien y termina por desesperar a la afición, que no es bruta y empieza a reclamar.

Antes del arranque era triunfo fijo para todos, faltaban 10 minutos y la gente ya firmaba el empate, que no demoró en llegar. Ovelar recibió en el área y le rompió el arco y la estima a Cuadrado para poner el 1-1 que se gritó furioso desde todas las tribunas. De repente, la esperanza del triunfo acababa de renacer.

Al partido le faltaba una emoción más, y de eso se encargó Faríñez al atajar tres veces la misma cantidad de remates de jugadores verdes en menos de 10 segundos. El venezolano se encargó de volverse figura del superclásico gracias a una serie de voladas que llegaron hasta la FIFA. Tenemos en nuestras filas al mejor arquero de Sudamérica.

Llegó el final, por lo que pasó en el arranque pudo ser mejor. Por lo que salvó magistralmente Wuilker pudo ser peor. Una jugada de otro partido nos puso en desventaja y una jugada de otro partido salvó un punto. El invicto de local en el Apertura sigue vigente pero se perdieron los primeros puntos y queda ese sinsabor de completar tres años sin saber lo que es ganarle en casa al equipo que más nos gusta ganarle.

Al final del día, Junior empató también y con esto Millonarios continúa como líder de la Liga. Posiblemente la primera casilla tocará cederla en una semana porque el clásico se postergó por la perversa planeación distrital. Ojo: que el primer puesto no nos deje descuidar el tema de las lesiones, ya son varios jugadores que se pierden partidos por temas musculares.

Twitter: @elmechu

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