La jugada de la discordia
El reloj marcaba el minuto 46 del segundo tiempo, ya se habÃa mostrado el tiempo de adición en el tablero electrónico y Deiver Machado entró al área por la zona izquierda. Entonces, el lateral derecho hace una finta y encara, el rival se barre, lo desestabiliza y el lateral azul cae al suelo. Penalazo con todas las letras, pero para Gustavo González no pasó nada, le ordenó levantarse y siguió el juego.
La jugada ocasionó la expulsión de Miguel Angel Russo. El técnico azul explicó en la rueda de prensa que fue por patear una botella vacÃa que estaba afuera del campo ante la impotencia, y que es la primera vez que le toca ver un equipo al que no le pitan un solo penal en 16 fechas.
Luego de la acción, y de la expulsión del DT azul, pasaron algunos segundos hasta el final del partido. En el banco del Caldas, se celebró como si hubiera sido la conquista de un tÃtulo. Los azules salieron calientes, por el resultado -porque perder con el penúltimo no tiene presentación- y por el arbitraje.
Porque no solamente fue esta acción de Deiver, a Kouffaty los rivales se cansaron de pegarle, y González nunca pitó nada, seguramente aquella resolución en la que el venezolano aparece «en investigación por simulación» tuvo algo que ver. Tanto fue lo que le dieron, y tan poco lo que pitó González, que el venezolano terminó sintiendo la misma impotencia que el DT Russo cuando salió del terreno de juego.
Esa jugada de Machado, que en la imagen se muestra que es falta, pudo haber cambiado la historia del partido y darle a Millonarios un punto que, por merecimientos, debió haberse llevado del Palogrande. Cuatro fechas quedan del todos contra todos, ojalá Millos pueda hacer lo suyo para obtener su clasificación y no tengamos que recordar este incidente infame del arbitraje colombiano.