La clasificación ya es un hecho

Hace una semana, Millonarios venció a Tigres y puso pie y medio en los Playoffs. Faltaba el medio pie restante, que se conseguía de forma anticipada con una victoria o un empate ante Patriotas. Además, en juego también estaba la posibilidad de quedar como cabezas de serie en el sorteo de las finales. Eso, y el aliciente de volver a ver las tribunas llenas de niños azules emocionados, era la motivación para conseguir un triunfo en el último partido en casa del todos contra todos.

De entrada, una tromba que llegó en repetidas ocasiones de gol sobre el arco rival, que hizo al portero de los boyacenses convertirse en la figura desde temprano. Lo intentó Ayron, lo intentó Santiago, lo intentó Dúvier, hasta un casi-autogol que todavía no se sabe cómo no entró. Claro, pasando los sustos respectivos: dos jugadas de gol en las que Vikonis hizo lo suyo y conservó el cero.

Para entonces, la opinión de la gente era a nivel de interrogante «¿será que toca esperar hasta el minuto 80 para abrir la llave?». «Maca» se encargó de responderla, temprano en el segundo tiempo, cuando corrían ocho minutos y el central Murillo ya había anulado una acción de gol previa. El 14 azul puso el primero de la noche y puso la alegría en las tribunas del «coloso de la 57».

Luego del gol, Millonarios bajó las revoluciones, reguló, entendió que con la ventaja había que tomar las cosas con más calma. Patriotas revivió, tuvo la pelota durante un lapso en el cual llegó dos veces sobre predios de Vikonis para despertar el susto entre los aficionados. No iba a pasar. Era una noche para todos los niños, era una noche destinada a ser azul.

Pero esa noche destinada a ser azul debía tener otra alegría, y Cristian Arango fue el encargado de brindarla, al poner el 2-0 en una gran acción individual para sepultar al rival, celebrar con todos sus compañeros ante los Comandos y firmar así la escritura notarial de la clasificación a las finales.

Ya es un hecho matemático, ya nadie puede evitar que el equipo Embajador salga de la gran fiesta. Y si el Cali no gana ante Nacional, también será un hecho que Millos será cabeza de serie, con lo cual cerrará la fase de cuartos de final en casa.

Casi 15 mil personas vinieron a ver la clasificación de su equipo, muchos de ellos, pequeños entre 5 y 12 años. Todos se fueron contentos a sus hogares, con la satisfacción cumplida y la felicidad latente, como debe ser siempre.

Twitter: @elmechu

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