Todos unidos por la gloria
Este domingo 5 de febrero, a las 7:30pm, el embajador de Colombia salta a la cancha del Nemesio Camacho nuevamente. Esta vez, para hacer su debut en la Liga Ãguila I-2017 frente al DIM, rival con el que cerramos la ronda del todos contra todos en la Liga II-2016 con un triunfo contundente por 3-1. Fue una linda tarde-noche esa.
Se inicia un camino largo en partidos pero corto en tiempos de recuperación, más, si se llega a dar la tan ansiada clasificación a la fase de grupos de la Copa Conmebol Libertadores Bridgestone. Ese camino que empieza con tanta ilusión para todos los equipos de la liga colombiana, tiene un matiz aún más urgente para el equipo de Russo, todo por la sequÃa de tÃtulos nacionales de Millonarios y los triunfos de los rivales más acérrimos. Asà duela reconocerlo, esos dos equipos tienen un pasado reciente ganador, y contrario a lo que mucho hincha afiebrado argumenta (“No tenemos que fijarnos en los que ellos gananâ€), el futbol no se juega solo. Existen los rivales, nada qué hacer. Si esos equipos ganan más que el propio, se va a ver en las tablas históricas, en las participaciones en copas internacionales, en el acompañamiento de la hinchada, en los ingresos por derechos de tv., en patrocinios, en la venta de jugadores, camisetas y merchandising, en las estrellas en el escudo… Hasta en el nacimiento de nuevos hinchas.
La grandeza e historia de Millonarios por si sola ya genera la suficiente presión para que los tÃtulos sean cosa de todos los años –como antes-, y no cada vez que se alineen los planetas llamados Directivos, DT, Jugadores, Hinchada, y por qué no, suerte. Esa suerte que en tantos momentos nos ha sido esquiva, esa que a veces nos ha dado la espalda, esa que por sà misma no gana un partido pero tampoco pierde un campeonato, necesita de una ayudita llamada Trabajo.
Y eso se ve en este Millonarios de Russo y su cuerpo técnico, trabajo. Serio, intenso, a conciencia y con metas claras. No importan los nombres, importan los hombres que hoy hay. Estoy seguro que ninguno se levanta en la mañana a entrenar con pereza, están que se comen la cancha y al rival, porque vestir esta camiseta puede ser sueño cumplido para muchos, y lograr cosas grandes es una segura obligación que aceptaron al ponérsela por primera vez.
Hay hinchada, -dividida a veces pero hay-, hay sede –tarde pero hay-, hay trabajo de la directiva –errado, tarde, raro, pero lo hay-, hay uniformes, gimnasios, guayos, agua, planes de alimentación, seguimiento médico, hoteles, bus, buenos sueldos –y a tiempo-, cobertura en salud, en los viajes… pero también hay hambre, hambre de gloria.
Millonarios, acá está tu gente. Millonarios, acá esta tu hinchada, la de Colombia y la del resto del planeta. Millonarios, no le falles a esa gente. Vamos carajo, todos unidos por la gloria.
Eduardo Zabalaga Escobar
En Twitter: @ElCholoSoyYo