Millonarios Pereira 2022

Poder de la atracción

¿Que estamos en un bajón? Eso es claro. ¿Que el equipo está falto de confianza y que el fútbol no aparece? Es una realidad. ¿Que podemos quedar eliminados? Tal vez, es una probabilidad. ¿Que sería un papelón de dimensiones bíblicas? Sin duda. 

Podría quedarme hablando de esos lugares comunes tan repetidos en estos días ante los malos resultados del equipo. Pasamos de pensar en cómo rotar la nómina para los cuadrangulares a pensar en cómo vamos a hacer para clasificar así sea de octavo. Pero este texto no tiene ese enfoque.

Hoy quiero acudir a eso que tenemos todos los hinchas, independientemente de colores y escudos, llamado fe. Esa fe que hace pensar que al minuto 95 va a entrar la pelota, o que hace soñar con remontadas épicas cuando en la cancha se ven situaciones complemente adversas, o esa fe que hace pensar que todos los resultados se van a alinear cuando no depende de uno mismo una clasificación.

También te puede interesar: Fe de erratas.

Esta generación de hinchas de Millonarios está curtida en vivir fracasos y golpes, nos han tocado los años más difíciles del club cuando el arroz con huevo era el alimento y cuando las deudas perseguían a todos el que ejerciera alguna labor en Millonarios. Pero algo que nunca se perdió fueron las ganas de creer y la fe que se podía salir adelante. Y salimos.

Hoy quiero acudir a esa fe para creer que el equipo se va a reencontrar con ese buen fútbol que mostró hace tan solo unas semanas, que ya tocamos fondo y que de esta situación vamos a salir fortalecidos. Quiero creer que vamos a alzar la copa el 2 de noviembre y que va a ser ese bálsamo que hará que el fútbol aparezca nuevamente. Voy a creer que las gambetas de Gómez van a volver a darse, que la magia de Ruiz va a tocar nuevamente El Campin y que la pelota va a entrar al arco rompiendo ese maleficio que ha hecho que tengamos 2 puntos de 18 posibles. 

La fácil es quedarse en la crisis, en los comentarios sosos de que Millonarios se cayó, que lo inflaron, que es un fracaso más… Pero yo elijo creer y aferrarme a la fe que me hace hincha del Embajador, esa que me ayudó a pensar que no íbamos a descender, que me ayudó a no sentir miedo cuando la ley 550 apareció, esa que nos levantó cuando Tigre nos eliminó de la Sudamericana… 

También te puede interesar: Las noches del horror.

El miércoles hablemos y sonriamos, diciendo al unísono que cesó la horrible noche y que nuevamente estamos vivos. Los invito a que se sumen. 

Poder de la atracción. Así será.

Por Andrés Rey

Twitter: @andresreyhdez