Sander Navarro

Estrellas que nacen, estrellas que se apagan

Una supernova es un evento raro y poco frecuente. La ‘muerte de una estrella’ libera muchísima energía y gracias a ello puede llegar a generar el nacimiento de nuevas estrellas, algo maravilloso en el universo.

En Millonarios hay estrellas que nacen y otras que se apagan. Por la banda derecha estamos viendo una que empieza a brillar con fuerza y constancia: Sander Navarro. El partido contra Nacional fue una muestra de categoría y de alto nivel ante un rival con jugadores de jerarquía y de experiencia. Navarro tuvo un buen desempeño en defensa y en ataque se proyectó en varias oportunidades, ganándole duelos a Ángulo que lo marcaba por la banda izquierda. 

Se le ve personalidad, juega con solvencia y se afianza en el puesto. Ha hecho que no extrañemos a Elvis Perlaza y lo mejor de todo es la proyección que tiene a futuro. Se va a consolidar, más aún con un mentor que supo ocupar esa posición en el campo y que actualmente lo aconseja para que mejore su desempeño. El nombre de ese mentor es Alberto Miguel Gamero.

En cambio, vemos otras que se van apagando, como es el caso de Edgar Guerra. Estoy absolutamente seguro de que el jugador es el primero en saber que sus oportunidades en Millonarios se van extinguiendo. Salió de esa camada de jugadores sub-20 que llegaron al primer equipo, incluso varios de sus compañeros ya han salido al exterior, pero él nada que se consolida y se ha visto relegado a ser el tercer o cuarto jugador en su posición. 

Y es que las veces que le ha tocado jugar han sido más las presentaciones flojas que los buenos partidos. El domingo firmó una pobre presentación (más allá del ‘mano a mano’ claro que despilfarró frente a Kevin Mier), no fue determinante en ataque y no respaldó correctamente a Sander, lo que generó que el rival atacara por su costado.

Una lástima porque había tenido una buena presentación frente al Bucaramanga por Copa, pero da la sensación que con esa irregularidad no le alcanza para jugar en este Millonarios. ¿Y qué tal si se transforma definitivamente en lateral? Es una posición escasa, Guerra marca bien y es una ‘transición’ que no es extraña en el futbol. Quizá el cambio le ayude, porque es claro que se le acaban las oportunidades y se está convirtiendo en Rengifo 2.0.

Correlación no implica causalidad. No existe vínculo entre la aparición de Navarro y el bajo nivel de Guerra, pero sí ejemplifica cómo un canterano aprovecha las oportunidades que el universo le da y otro que no lo hace. Navarro brilla, Guerra se desvanece. Sander empieza a labrar su camino en el primer equipo, Edgar (de seguir así) empieza a firmar su salida de Millonarios. 

Por Andrés Rey Hernández
Twitter: @andresreyhdez