Canto de gol: espejismo

Hoy es el cumpleaños de uno de mis mejores amigos azules y de vida. Hace casi un mes fue el mío y les decía a todos mis seres queridos que es casi costumbre que Millos nunca gane cuando lo celebro. Esta vez le tocó a él y llevamos cinco jornadas al hilo en las todos los cumpleañeros viven el espejismo de creer que el equipo les va a regalar tres puntos de celebración.

Crisis deportiva hay, no podemos venir a tapar el sol con un dedo e ignorar el presente, tal vez aminorándolo por peores situaciones del pasado. Crisis emocional por supuesto que hay, cuando vemos en la cancha un equipo trotando y unos jugadores que no encuentran solución a lo que estamos viviendo. Y lo peor es el afán que nos acosa de cara a la Libertadores venidera, porque como si la presión de quedar eliminados en Liga no fuese suficiente, miramos los ánimos y nos atormenta el futuro continental próximo e inminente.

La Superliga y el 5-0 contra Medellín se convirtieron en un espejismo que nos hizo tener los mejores augurios, las mejores proyecciones frente al semestre. Pero poco a poco el cúmulo de lesiones, infortunios en definición, cansancios mentales y físicos y ahora la nueva racha de 5 partidos en ceros que no se veía hace 22 años, se convierten todos en los ingredientes base de las declaraciones en la rueda de prensa de Gamero y el capitán de turno.

Nadie más quiere dar la cara y sea Mackalister o Vargas o al que le toque, el jugador con la cintilla tiene que cumplir el mandato de Dimayor y sentarse junto al técnico para tratar de responder las inquietudes de propios y ajenos. En Bogotá contra Equidad elogiaron el apoyo de la gente e insistieron en cómo ello les había pegado de forma positiva, en pro de la unión y el trabajo para salir de todo esto. Pero eso y posiblemente el apoyo de la gente en casa se quedó y quedará en eso, un espejismo de mancomunión y de vergüenza deportiva.

En Yumbo estuvo el presidente Camacho acompañando a las Embajadoras en su empate, y al terminar varios hinchas aprovecharon su presencia para recriminarle los resultados de la plantilla masculina y decirle que en Montería había que ganar, además de recordarle que la plantilla se quedó demasiado corta para las ambiciones de un equipo como Millonarios. 

Lo preocupante de todo esto es que así no se hubiera traído a nadie, así sólo se renovaran jugadores, o así Millos no tuviera Libertadores en 2024, este grupo no tendría por qué perder con equipos que están peleando descenso, completar tres derrotas al hilo en Bogotá, y darle al colero la victoria con el único gol que han marcado en 10 fechas en la A y que motiva la invasión de sus hinchas y la suspensión de un juego en casa.

Que el penal inventado por Delgado anoche y que maquilló el marcador final no nos apacigüe. Que el gol de Beckham y el beso al escudo no nos engañe. Que el espejismo de dominar, tener la posesión y crear opciones -de las frases favoritas del profe en sus declaraciones- no nos nuble. El fútbol se trata de ganar partidos marcando más de un gol que el rival: la máxima que todos los que enfrentan a Millos entienden y facturan.

El canto de gol para acompañar esta lectura es ‘Círculo Vicioso’ de la banda bogotana Skampida:  

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano