Equipo grande, ambiciones pequeñas
El calendario señala el dÃa 30 del mes 11. En medio de de una soleada jornada bogotana, enmarcada por un silencioso y vacÃo estadio Nemesio Camacho (gentileza del COVID -19), un error en el mediocampo del Deportivo Cali acelera las emociones azules: Sara Páez recupera y filtra un balón para que remate de primera intención Tatiana Ariza. Acabamos de ver el segundo gol de Millonarios en un encuentro en el que superó 3-1 a su rival y logró meterse en las semifinales de la Liga.
Ambas protagonistas de la jugada descrita, figuras embajadoras y parte de la ilusión del hincha de disfrutar buen fútbol en la escuadra azul, hoy ya no están. ¿Su destino? Nada menos que Independiente Santa Fe. Dejando de lado la entendible decisión de las jugadoras, que optaron por competir en Libertadores con las leonas en lugar de seguir en la incertidumbre e inactividad del plano local con Millonarios, esto representa un doble golpe para el hincha y para el proyecto, porque no sólo se pierden dos valores importantes, sino que además se fueron a reforzar a un rival directo, con todo lo que ello implica en el plano deportivo y en el emocional.
La goleadora, Selección Colombia y una de las más habilidosas del paÃs, y la asistidora, capaz de jugar un tiempo como 9 y otro desempeñándose como defensa central y destacarse en ambas posiciones. Ambas hoy se visten con la camisa de Santa Fe, que les firmó contrato hasta el mes de octubre. Pérdida difÃcil de dimensionar para aquellos que amamos el fútbol femenino Embajador.
Por otro lado, las cuentas oficiales del equipo femenino en redes sociales han quedado en el olvido. Ya no sólo no publican con asiduidad, sino que ni siquiera felicitaron a MarÃa Morales -nuestra capitana- por su convocatoria a la Selección Colombia y no anunciaron, ni siquiera mencionaron, la salida de dos jugadoras importantes.
En todo caso, lo peor de la situación es el panorama complicado que atraviesa Millonarios: a pesar del buen desempeño del equipo, jugadoras y cuerpo técnico se encuentran en el limbo y sin rumbo, nuevamente luchando por buscar dónde trabajar, porque del fútbol, su profesión, no pueden vivir. El desconcierto aumenta al ver cómo, entre la Dimayor y los clubes, se tiran la pelota y se señalan unos a otros, delegando la responsabilidad del inicio del fútbol femenino y desligándose del evidente desorden.
Con apenas 28 dÃas de pretemporada, bajas graves como el caso de Lina Arciniegas y Lina MartÃnez, problemas con los permisos y visas de trabajo al inicio de la Liga, y una nómina corta respecto a otros rivales del paÃs, las Embajadoras alcanzaron las semifinales de la Liga. Esto es muestra del enorme margen de mejora que podrÃa tener este equipo si una organización fuerte como lo es Millonarios, las apoyara como merecen. El ejemplo de Lina Gomez y las Embajadoras, que por amor a los colores han permanecido a pesar de contar con otras ofertas, debe perdurar. Cansa ver cómo constantemente desarman este equipo para reforzar a rivales directos.
Que los amistosos contra la Selección de Estados Unidos, sea cual sea el resultado, no nos hagan olvidar ni dejar de lado que los directivos del fútbol colombiano están teniendo un desempeño pobre y nos deben una Liga Femenina digna a los hinchas y al propio fútbol nacional. Queremos Embajadoras para rato.
MarÃa Paula RodrÃguez
En Twitter: @mariap8910