Entre la apatÃa y el escepticismo
Eran las 3 de la mañana del 6 de junio. Millonarios habÃa perdido 1-2 con una nómina casi suplente del América después de estar 1-0 arriba y quedó eliminado de la final del Apertura. No importó nada haber sido el mejor equipo de todo el semestre, en 90 minutos toda la ilusión se fue al carajo. Asà lo escribÃ, literalmente, nos mataron la ilusión en esta crónica.
Ha pasado más de un mes desde aquel fatÃdico 5 de junio pero no ha pasado el dolor. TodavÃa está en la memoria la forma como mucha gente sacrificó su trabajo o su estudio para terminar con el corazón roto en 750 pedazos. Va a comenzar el Finalización y se siente en el ambiente, la expectativa no es la misma de torneos anteriores, hay una apatÃa rodeando el ecosistema Millonarios de cara al segundo semestre. La emoción que deberÃa sentirse por el arranque de torneo no es la misma, está mermada.
El hincha en la calle está escéptico, no cree. Al dolor del papelón del 5 de junio se le suma esa sensación de que al plantel no se le reforzó bien. Se fueron Marrugo y Ovelar, dos jugadores de experiencia, y no hay en este momento quien pueda suplirlos. Se critica la falta de jugadores de pergaminos y la posible salida de MatÃas, cuando a Payares todavÃa le queda otro tiempo de recuperación, volvió a encender las alarmas.
Aparte de todo eso, Millonarios fue a Estados Unidos y no dejó una buena impresión. La suplencia de Peñarol le pasó por encima y luego, otra vez, el América nos derrotó 1-2, como para abrir de nuevo esa herida que todavÃa no cicatriza a pesar del tiempo.
Si esa percepción de dolor por lo que pasó en el Apertura y nómina corta se junta con el aumento de precio de los abonos para el segundo semestre, la molestia crece de forma exponencial. La situación del paÃs no es la mejor y por eso desde este espacio entiendo a aquellos que tomaron la decisión de no adquirir su abono. Están en todo su derecho.
También hay una molestia gigante porque en Millonarios abunda el silencio. Al profe Pinto se le salieron las lágrimas ese dÃa que perdimos el paso a la final y pidió perdón. Fue el único. De resto, nada. Nadie dice nada, no se sabe nada. Nadie en el club ha hablado del tema. Aparte, Santiago Montoya se lesionó en Estados Unidos pero no se informa cuánto tiempo es su incapacidad. Toca creer en lo que diga el periodista de turno porque no hay una voz oficial. Mismo caso para Luis Payares. Todo es incertidumbre.
AsÃ, entre la apatÃa y el escepticismo, comenzará el Torneo Finalización este domingo. Una sensación rara y distinta. Ni en las épocas más nefastas de Juan Carlos López y Luis Augusto GarcÃa se sentÃa en el ambiente algo tan lúgubre como lo que pasa en este momento.
Siempre voy a querer ver a mi equipo campeón pase lo que pase. La hinchada siempre va a estar y muy seguramente volverá a la tribuna. Pero el ambiente no es el mismo. TodavÃa duele lo que pasó aquella tarde nefasta para nuestra historia, y no se necesita haber ido a Harvard para saber que la nómina es menor que la del semestre anterior.
Twitter: @elmechu