Patriotas - Millonarios 2018

El día después, número 3

Dicen los entendidos en viajes que “a Tunja va hasta mi abuelita”. Nada más cierto porque se coparon las dos tribunas destinadas para los hinchas embajadores en el Estadio La Libertad. Allá se dejan ingresar elementos tales como trapos, telones y demás, recordando que Patriotas, el verdadero equipo de Boyacá, instó en sus redes sociales para que los seguidores embajadores fueran hasta ese escenario deportivo. “Bienvenidos” escribieron los rivales: una muestra que hace años no recibíamos de ningún equipo en Colombia.

Quedamos satisfechos porque en los segundos 45 minutos se pudo definir un partido de ida y vuelta: el primer tiempo merece capítulo aparte porque Don Miguel insistió en la defensa que debe ser titular, salvo el recambio de Felipe Román, quien sentó a “La Cuchilla” Palacios, pensando en el descanso luego del partido en Paraguay. Esos primeros 45 minutos demuestran que cuando hay mentalidad de cambio, todos los jugadores están dispuestos a ello.

Un día después de este partido, encontramos que Millonarios tiene no solo refuerzos sino jugadores dispuestos a reventarse por el puesto y sentar, de manera deportiva, a sus compañeros. Extrañamos a Ovelar seis meses y respondió: pase para Salazar, previo gol de Carrillo y uno de él, ¡olé, maestro!, dentro del área. Marrugo estuvo desde el vamos y demostró que puede correr, cómo no, pero que también puede pensar, tener pausa y saber dónde poner el balón cuando se necesita. Ningún suplente fue a “salvar las papas” porque el partido se enredaba: todos concentraditos. Mención honorífica para Juan Camilo Salazar: solo le faltó el gol (no hay que inflarlo, con calma y paciencia).

Don Miguel también nos dio una idea diferente con el mismo esquema: los jugadores son los intérpretes del juego y llamados a resolver un problema. Pivote a la mitad, extremos funcionando y juego interior: no lo tuvimos frente a Chicó y tampoco ante General Díaz, ¡sabroso cuando hay diferentes formas de jugar! Él sabe, por nuestro líder, que sus jugadores no tienen techo y los exprime, de buena forma, para que jueguen mejor y rindan, porque darán muchísimo más. Es tanta la competencia que ni Huérfano, Domínguez o Jáder, otrora titulares el semestre pasado, han sido utilizados, para dejar tres ejemplos.

Hay vida después del juego de extremos que tanto nos habían “telegrafiado”, insistiendo en aquellos que condenan la forma de jugar del equipo; hay talento para gestionar y Don Miguel está pleno en sus decisiones; hay jugadores para no repetir una misma nómina, así muchos pensemos que “equipo que gana no se toca”. Confianza, plenitud, competencia y nadie está cómodo porque “el que se duerma lo motilamos”.

Posdata: Don César Guzmán, usted que es un tipo de fútbol, por favor, deje el agua todo el partido, ganen o pierdan. ¡Por favor, que seamos bienvenidos en todo!

Si va a debatir con argumentos, lo espero en @lejameco