El día después: no siempre se puede ganar
Queda la sombra de la duda: ¿fue justo el resultado? Tablas, empate, un punto ganado por cada equipo. Apenas estamos saliendo ilesos de la pretemporada. No hay soldados caídos, cero lesionados. Eso es un buen augurio. Bucaramanga vio cómo Millonarios no sucumbió.
Sin llamarnos a mentiras. Ellos tuvieron la más clara del partido. Remate al poste de Montero, elegido por MundoMillos como la figura de la pasada noche. Sherman puso a volar al nuevo superhéroe. No alcanzó, pero sus aliados, los travesaños, dijeron “por acá no pasas”. Algo parecido sucedió con los embajadores: un remate de Daniel Ruiz a la mano derecha de Chaverra. Y creo que nada más.
Intentaron todo desde la táctica. Gómez, más eléctrico que ante Pasto, se movió por ambos costados. Macalister, el técnico dentro del terreno, también jugó como media punta, como nueve mentiroso e hizo combustión espontánea con esa patada artera en la zona del lumbar. Pasamos de la salida por los lados con inicio en la defensa, a los ataques frontales lanzados por el portero visitante sin transición en la mitad. Ambas ideas no tuvieron premio alguno. Larry y Vega, por el rival, claro está, apagados.
Néstor Craviotto, recio ex defensor argentino y ganador de varios títulos con Estudiantes de La Plata, Independiente de Avellaneda y la Selección Argentina, sabe qué quiere de sus equipos. Fastidiado, dio órdenes para jugar de forma más vertical. Dos líneas de cuatro bastaron para anular cualquier intento de Millonarios. El premio fue insuficiente a pesar de concretar la mayor cantidad de pases para generar un remate al arco.
No todos los partidos serán tan hermosos como el Cañón del Chicamocha, el Parque Gallineral o la presencia en las tribuna de Matías, Franco y Lucho Delgado. Hay que saber vivir con los días grises y dormir con las noches oscuras. Quisiéramos, pero no siempre se puede ganar.
Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco