Millonarios Alianza Petrolera 2019

El dĂ­a despuĂ©s: no sabemos nada de fĂștbol

“A mi lo que no me gusta, es no entender”.

La frase se la atribuyo a la Doctora Rossana Reguillo, mejicana, Doctora en Ciencias Sociales y activista social. “La abuela de la juventud”, en otras palabras.

Cuando digo que no entiendo, es porque quiero aprender. Trato de esforzarme plenamente para  identificar aciertos y virtudes, asĂ­ como falencias y problemas. Si es por lo primero, Millonarios acertĂł en el primer tiempo: corto, sĂłlido y solidario, sin tanta distancia y rĂĄpido. Alianza es lĂ­der por una sola razĂłn: no juegan para ser campeones sino para disfrutar las mieles de la Primera DivisiĂłn. El plan de juego de la visita, del lĂ­der a quien no le habĂ­an hecho mĂĄs de dos goles en un encuentro, fue tan novedoso como conmovedor: tambiĂ©n jugaron corto, buscaron cuatro lĂ­neas de pase diferente procurando un diamante en el medio campo (repita el partido, sobre todo el primer tiempo) e hicieron leve daño sin puntas pero con velocidad.

Millonarios no se maniató. Tuvo lo suyo y nadie le quita lo bailado, porque para ganar hubo que esforzarse. La conexión entre todas las líneas no alcanzó para vulnerar la visita, hasta que la bendita pelota parada, ese recurso tan necesario y poco utilizado, ayudó desde occidental. Primero, cabezazo de Macalister en el årea que tocó la mano del defensor, con gol de Pérez. Después, Rambal mandó el testazo de la tranquilidad necesaria, para intentar sellar, por fin, un partido redondo. No fue así y con el yerro compartido entre Carrillo y Faríñez, faltando 20 minutos para el final, Alianza, con muy poquito y sin definición, nos complicó.

Pinto se fue insatisfecho. Eso dice Ă©l. Firmamos un gran primer tiempo, desperdiciamos el segundo. Él entiende de quĂ© viene la cosa cuando el rancho estĂĄ ardiendo. No podemos ser una mĂĄquina deportiva como las de antaño pero hay material disponible y recurso tĂĄctico suficiente para no sufrir unos pocos minutos, como locales. 

EscribĂ­a Eduardo Zabalaga que “Millonarios no juega bonito, no enamora, no es pomposo”. Lo hizo antes del partido, asĂ­ que doble labor porque se la jugĂł en su pensamiento. Y volviendo a la frase inicial de la maestra mejicana, es mi verdad: quiero entender, quiero aprender. No tengo mil partidos dirigidos como tĂ©cnico pero sĂ© quĂ© fĂștbol me gustarĂ­a ver en mi equipo. El desprecio insertado en esa frase da cuenta del poco respeto que infundamos nosotros, los periodistas. Seguro que en mi vida he escrito mĂĄs de 100.000 palabras y no soy ni un reducto de escritor: estoy convencido que he gastado mĂĄs de 10.000 horas de mi vida viendo rodar la pelota.

Hoy dĂ­a, nosotros, los comunicadores, no preguntamos: editorializamos consultas. Pero, ÂĄah quĂ© problema si preguntamos algo diferente! ÂĄQuĂ© pena con la hinchada, con los “perio-hinchas” influenciadores del 2% de la opiniĂłn en redes sociales, si le hacemos la misma pregunta a dos tĂ©cnicos diferentes para contrastar versiones! Los comunicadores nos hemos buscado nuestra propia suerte y cavado nuestro propio sepulcro: ahora, para hablar, es mĂĄs importante vender pauta y esa es una de tantas concesiones que se deben hacer. Pero cuando sale una pregunta difĂ­cil, necesaria, de esas que casi no hay, somos unos villanos. Todos hablan de nuestra profesiĂłn porque otros sĂ­ saben cĂłmo escribir, nosotros no. En las tardes comparamos la belleza de las esposas de los futbolistas pero no hablamos de fĂștbol. En las noches tratamos de responder preguntas que no tienen soluciĂłn sin saberlas formular. AcĂĄ quieren periodismo a la medida, “dime lo malo de ellos y Ășnicamente lo bueno mĂ­o”, escribiĂł AndrĂ©s Burgo (escritor argentino recomendadĂ­simo): cada quien sabe con quĂ© porquerĂ­a informativa se quiere drogar, adormecer. El placebo de la posverdad.

Nosotros somos un desastre. QuĂ© pena: mil disculpas, de verdad. 

Estoy al borde de la irracionalidad empiezo a creer que “yo no sĂ© nada de la pelota y que Jorge Luis Pinto es un genio”, Juan K Reyes dixit.

Tenemos mucho para aprender: no sabemos nada de fĂștbol.

PrĂłxima parada: CĂșcuta Deportivo en la frontera, miĂ©rcoles en la noche. Seguimos firmes hacia los cuadrangulares y la Libertadores.

Leandro J. Melo C.

Twitter: @lejameco  Â