El día después: estamos cerca de un acuerdo común

Veo los datos de juego con detenimiento.

Nos cuenta Juan Sebastián Gómez, uno de los estadígrafos de MundoMillos, que en la fecha nueve, justo antes del clásico con Independiente Santa Fe, Millonarios es el equipo con menos goles encajados, siete partidos con el arco en cero y cinco encuentros ganados de forma consecutiva. De igual forma, solo necesita 10 de 33 puntos posibles para llegar a la siguiente fase del torneo.

Insisto: todo esto ha sucedido hasta el final de la fecha nueve. Repito: todo aconteció luego de jugar menos de la mitad de la Liga.

Entre Gamero y Vargas tomaron la vocería del grupo. El primero solicitó “presión tras pérdida”, “presión alta”, “¡es el primer lugar, maestro!”; el segundo: “una cosita… Aquí todo el mundo es vencedor, hermano…” Aquel que cree, el que está convencido de su líder y de la flagrante oportunidad para ser titular y ganarles el pulso a sus compañeros, sabe que esta victoria ante Cortuluá era estratégica para ser visto con los ojos del cabecilla deportivo del club.

Juan Camilo García, lapidario y real, por ejemplo, nos dejó una lección la semana pasada: “no ganó el equipo suplente, fue Millonarios”. Eso se llama “somos un equipo”. Este conjunto juega a lo que quiere, sin irrespetar al rival; se construye a pulso y convive con la permanente repetición discursiva “¡ojalá tuviéramos tres refuerzos grandes!”. Los visitantes, con sus argumentos, hicieron del viaje de Montero a Brasil un largo trecho con hielo en la mano. Mucha fisioterapia en Business Class, estimado. Ya nos estamos persignando: sana que sana, manita de golero ataja penales.

Veo dos clases de hinchas. Están los que valoran el periplo del andamiaje a través del paso del tiempo, los gustosos del proceso. Por otro lado, están aquellos exigentes que cada fecha solicitan, sin importar las formas, que cada batalla de Liga sea una victoria y tres puntos. Acá entra Juan Carlos Pereira: esa chilena y ese gol es la síntesis de este escrito. Visualmente, preciosa. Numéricamente, nos tiene como líderes momentáneos del torneo.

Bendito sea: nuestras conversaciones serán sobre los números, el rendimiento general y los objetivos alcanzados. Ya casi, ustedes y yo, nos ponemos de acuerdo en todo.

Será una semana electrizante. Todo inicia el martes y termina el domingo. Fluminense y el clásico de Bogotá.

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco