Celebración Gol - Tolima

Creciendo desde el alma

En este mismo espacio, justo después del empate 0-0 en Rionegro, se habló de la rabia con la que los jugadores salieron de la cancha ese domingo. Se dijo que esa bronca debía convertirse en esa inyección de motivación, en la gasolina para encender el fuego rabioso que se necesitaba para quemar al Tolima en el frío bogotano.

Y bueno, la noche del miércoles nos deleitamos nuevamente con un plato futbolero al que Millonarios nos tiene que acostumbrar siempre. Las cosas salieron como muchos lo pedíamos desde lo más profundo de nuestra alma azul, y esto era, ganar contundentemente y hacer sentir al visitante que en el Nemesio no iba a tener chance de nada. Así fue, ¡y qué bonita noche salió!

Nos encontramos con un Harold Santiago Mosquera herido por su situación personal, pero que a punta de cojones y calidad nos demostró que está para quedarse con ese puesto sin ningún problema. ¡Qué gran personalidad y fortaleza espiritual la que tiene! Sus dos goles le cayeron al partido como bálsamos de inmensa tranquilidad, y su asistencia para Ayron Del Valle permitió que el goleador mojara la red y acabara con esa angustia que lo venía agobiando en estas primeras fechas por no poder anotar.

Tranquiliza aún más saber que Russo aún no está conforme. Esa es la mejor muestra que este equipo no va a entrar nunca en zona de confort, que a cada partido que se juegue lo va a analizar al detalle para crecer más, mucho más. Este rendimiento tiene que ser sostenible en el tiempo, y eso solo se logra con la autocrítica, la disciplina y el trabajo, ingredientes estos que se tienen a la orden del día en el equipo y cuerpo técnico de Miguel Ángel.

Ahora que ya tenemos –al fin- a Duvier Riascos, se le viene un “problema” lindo a Russo. Es muy distinto estar hoy pensando con la cabeza hecha cuadritos, a quién se va a tener que sentar, y no como en otra época, en la que se miraba la nómina y se pensaba con preocupación: “¿y ahora aquién ponemos?”

Con calma, con mesura, con un paso a paso milimétrico, seguro y honesto, este Millonarios modelo 2017 nos va a dar más de una alegría, van a ver.

Puntada final: Saliendo del estadio la noche del miércoles un amigo me dijo “Con este equipo no tengo miedo de nada…” Frase lapidaria que invita a soñar con cosas grandes, acordes al nombre del club. El que no crea en este equipo, que se baje del bus de una vez, necesitamos espacio para subir las banderas, los bombos y los trapos porque este Millos va por la gloria.

Eduardo Zabalaga Escobar
@ElCholoSoyYo