Con Cabeza Fría: nivelación

Hace unas semanas dos estudiantes me preguntaban cómo podían recuperar un 1.5 que tenían en un examen. Su angustia y afán por mutar esa nota en al menos un 3.0 parecía graciosa pero se entendía desde su carácter primíparo e inocente. De la manera más sutil posible quise explicarles que el colegio había quedado atrás y que, en muchos escenarios de su elección profesional, el asunto se trataría de mejorar las calificaciones posteriores para darle un giro al promedio final.

Un quiz que quedó ya perdido para Alberto Gamero y sus dirigidos fue la limpieza de amonestaciones. No estudiaron, llegaron tarde, olvidaron sus apuntes en casa o recordaron con fatídica tardanza que contra Patriotas había que pintarse de amarillo, llegar a la cuarta tarjeta en Tunja y buscar la quinta contra Tolima, para así poder empezar de ceros los cuadrangulares finales.

Las notas: Llinás y Sosa, únicos que pasaron con 5.0 por trabajo en grupo, al demorar jocosamente un cobro de pelota quieta. Con 0.0 quedaron Guerra y Márquez, uno por ingenuidad y otro que increíblemente perdió, cuando en esa materia suele sacar cincos y sobresalientes. Con 1.0 Murillo, quien no pasó al tablero pero pudo ser creativo y autónomo desde su pupitre. Y sí, también rajado el profe samario al no ser el compañero ñoño que avisa a los demás lo que deben hacer y tampoco les arrastra la iniciativa. Nota pendiente para Richard Celis, el único con derecho a validar por tener excusa médica.

La clase terminó, el examen se perdió, y al igual que en la universidad donde trabajo no hay manera de recuperar la calificación. A Millonarios y sus estudiantes sólo les queda sacrificar el primer juego de cuadrangulares y meterle la ficha al cierre del semestre con el récord de cartulinas borrado, o jugarse el todo y hacer trabajos férreos pero tan pulcros como los que nuestro incapacitado capitán sabiamente escribía con sus pies, para salir airosos y sin que el profesor de pito y cortos los raje (así sea tan perverso como Carlos Ortega o su asistente 2).

En esta carrera profesional no hay lugar a descuido, porque caja ejercicio, tarea y alzada de mano para participar cuenta. Tanto así que el excelente de Andrés y Eduardo puede pasar a un reprobado 2.5 si el domingo en el Campín no completan la tarea en los 90 minutos del próximo examen azul.

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano

También te puede interesar El Día Después

Mira aquí los números de la victoria sobre Patriotas