Con Cabeza Fría: Crónica de tinte azul

Aunque Envigado fue un rival interesante en el Campín -más que todo después del gol de Macka- y demostró que en la juventud también puede haber orden, lógica e ingenio, el viernes se pintó del tono más azul que la noche pudo brindarnos. Fue el color de la cancha, de las gradas y de las celebraciones posteriores al pitazo final.

No me atrevería a decir que alcanzamos a pasar angustias, porque más allá de los tiros de esquina y las llegadas del visitante la saga embajadora se mostró juiciosa pero sobretodo solidaria, y vimos a extremos y volantes ser los extras en la actuación de los cuatro defensores cuando el último cuarto de la cancha lo exigía. Pero tal vez sí fue corto e injusto el 1-0 final después de dos palazos, jugadas bien estructuradas, un mano a mano de Larry que pecó de solidario y hasta un tiro de esquina de Cataño que se iba disfrazando de olímpico. 

Seguimos en deuda con la definición, el talón de Aquiles que recita Gamero en cada análisis frente a la prensa. Pero después de amargos empates el hincha sólo quería festejar en su casa, fuese como fuese, y abrazarse cuando el juez tomara el balón en una mano y apuntara al centro de la cancha con la otra. Y fue emocionante y, en lo personal, enorgullecedor que el tiempo de adición no frenara en la tribuna con el cántico en protesta a una directiva que sigue y seguirá convencida de que maneja una empresa, no un equipo de fútbol. 

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En los himnos y al final de nuestro «BOGOTÁ, BOGOTÁ, BOGOTÁ» de a pocos nos fuimos impregnando del tinte azul, como el mejor símil de cuando fuimos creciendo y viendo camisetas con un escudo de dos aros, escuchando las primeras narraciones en AM, sintonizando los primeros canales con la rueda de los televisores de cola para ver un partido, comprando la primera boleta y tomando el primer ejecutivo ‘Directo K30’ para conocer el que sería el verdadero segundo hogar. Y de nuestra casa salimos igual, azules, sonrientes y desde entonces pensando cómo sortear clases, reuniones de trabajo y hora pico para volver el miércoles en los horarios socarrones de la Dimayor y el fútbol moderno. 

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano

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