Nacional Millonarios 2023

Canto de gol: revanchas

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Si hay algo que en la vida es una constante son las segundas oportunidades. Para revalidar algo bien hecho, para mejorar algo que no salió mal pero tampoco como se esperaba, o para golpear el tablero y demostrar que sí se podía hacer bien algo que no se dio en alguna instancia previa.

Las ligas semestrales han dado la opción de buscar dos veces en el año los objetivos futbolísticos que cada equipo tiene. Algunos buscan permanecer en Primera, otros intentan volver a clasificar, y por supuesto están quienes más allá de los libretos de las declaraciones de pretemporada pueden y quieren buscar el título. En esta era Millonarios se ha convertido en miembro de ese tercer grupo, convenciéndose y convenciendo a todos, partícipes y espectadores de esta pasión, de que es un protagonista al que todos deben respetar. Pero ello no lo exime de tener sus propios pendientes y de buscar saldar cuentas con la historia.

El juego del miércoles sí es una revancha, vista con cabeza fría. No es la irrisoria que algún hincha rival quiere pintar con óleos de globos de aire, sino aquella deuda que tenemos desde 2013. Cuando Yuber Asprilla marcaba ese gol del empate en la ida en Bogotá, muchos alcanzamos a ilusionarnos con una proeza; pero el juego de vuelta nos aterrizaría y haría seguir creyendo que contra Nacional era un imposible. Recuerdo mucho la celebración a rabiar de Yuber en aquel 2-2, cuando lo que había que hacer era lo que hizo Román Torres en el descuento: apretar los puños y llevar la pelota rápido al punto central. 

Pero esta venidera final de Copa no es la única deuda a resolver. Ya sabiendo lo que implica para Nacional ganarnos (en una especie de mutación de lo que significa para Santa Fe) ellos buscan pegar la herida abierta y aún sangrante del título en su cara con la curita de vencer el cuadrangular B; está también la de América, que en 2017, 2021-1 y 2023-1 ha quedado en el camino azul, y en esta liga ha sido uno de los más sonados para ganar la estrella; y la de Medellín, que además de compartir aquel sendero con el rojo caleño el semestre pasado fue testigo VIP del título Embajador en 2012, y esta vez cuenta con la ventaja del punto invisible.

Las revanchas son el pan de cada día en la vida y en un fútbol moderno que busca un campeón cada seis meses. Ellos tienen las suyas contra el defensor de los dos títulos colombianos de ambas competencias oficiales, y en Millonarios tenemos las nuestras por lo vivido y lo que se vivirá en Copa y el camino que inició con pie derecho en Liga. Y aunque esa misma cabeza fría nos pide a todos ir paso a paso en el de largo camino del que habló Gamero en Medellín, la fe en este gran equipo y este hermoso presente azul que disfrutamos me lleva a pensar en, ojalá, otra revancha pendiente con nosotros mismos en la lucha por un bicampeonato que se celebró por última vez hace 35 años. «Que nos aterrice la vida. Nosotros a soñar. A soñar en grande».

El canto de gol para acompañar esta columna es ‘Mr. Blue Sky’ de la banda británica Electric Light Orchestra: https://open.spotify.com/track/2RlgNHKcydI9sayD2Df2xp?si=KnAuCARGR_Gp40SMLUWV3A o https://youtu.be/wuJIqmha2Hk?si=FqJvGXGMdlZfhpxf 

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano