Canto de gol: Horas extras
Siendo las 10:53 de la noche de un lunes hábil Millonarios termina una jornada atípica pero maravillosa, cuando por fin el equipo de Alberto Gamero rompió la mala racha de más de 600 minutos sin marcar de visitante en un Atanasio Girardot que lo ha visto consagrar actuaciones espléndidas contra el subcampeón verdolaga, pero siempre caer o empatar frente al que ofició como local en este lunes insospechado de mediados de septiembre. Partidazo que nos hizo sufrir, celebrar, sudar, maldecir, rezar, putear y desear mejor suerte. Me quedé con la duda de qué habría sido de un Silva o un Pereira saliendo por Juan Esteban y que Leo Castro se hubiera quedado en la cancha para recibir tantos pases de Omar Bertel y Edgar Guerra, los aciertos de Tito en la segunda mitad.
Pero vayamos hacia atrás… Antes de este gran juego, el equipo albiazul tuvo que sortear un clásico capitalino que terminó en domingo sin festivo posterior a las 10:23pm, sin extensión de jornada para Transmilenio, con los mismos riesgos y flaquezas en seguridad, con beneplácito o desinterés de la policía por mantener el orden, con evento previo y simultáneo en el Movistar Arena y, por ello, con precarias condiciones para que los hinchas hallaran un lugar medianamente cercano al estadio El Campín para parquear. Bajo la lluvia (y aunque liviano, el peso de una derrota) recuerdo que tuvimos que caminar desde y hasta la carrera 25 con 64 porque sólo hasta allá fue posible hacernos a un lugar –en plena calle y cuidado por celadores improvisados con chalecos reflectivos- para dejar el carro estacionado.
Luego, para la fecha 11, el encuentro contra Bucaramanga veía un 8:30pm programado pero iniciado oficialmente un minuto después. Al ser jornada de viernes fue el escenario deseado y empatado a la perfección con la hora feliz de los bares aledaños y del sector para celebrar el 3-0 final, al haberse firmado a las 10:31pm. Todo tolerable y manejable por lo recién descrito, pero acuoso desde la decisión de poner a jugar al campeón la fecha de entre semana en la culminación de la misma; causa que deslindó que este empate contra el DIM, que tendría que haber sido disputado el fin de semana, se tuviera que posponer hasta un lunes en el que las obligaciones laborales, estudiantiles, paternales o de cualquier índole personal dificultan el acompañamiento al equipo incluso por televisión.
Es, no obstante, un alegato que encubre un pataleo frustrado. Win Sports es quien manda, no los clubes. La televisión es la que decide, no la Acolfutpro. El fútbol moderno y la programación que genera billetes son los que ordenan qué, cómo y cuándo se hace, no los trabajadores de un escenario laboral deportivo. Y mucho, muchísimo menos y en el escalón más bajo de los protagonistas del fútbol, están los hinchas; hinchas como Eliana, que es estudiante de ingeniería y tiene clases todos los días de 6:00 a 10:00pm, tiene que regalar sus boletas y le toca preguntar en redes cómo nos fue en casa o por fuera después de salir de clases o parciales; hinchas como William, que vive en Sibaté y debe hacer maromas para llegar de y volver a casa o resignarse a ceder su entrada; como Wilson y Laura, que por cuidar su salud tuvieron que perderse un juego por ser en un horario tan tarde; o como Andrés, que es padre de dos hijas que madrugan a estudiar y no puede darse el lujo de ausentarse de casa en altas horas de la noche. Todo, más todos los traspiés del transporte público, la inseguridad, los costos de asistir a un partido y, por si fuese poco, los hinchas que tienen dos o más de esos casos combinados en su cotidianidad.
Pataleo frustrado, insisto, porque el panorama inmediato del campeón colombiano es contra Huila 8:20pm entre semana, luego ir a Envigado con 67 horas de intervalo y no 72 reglamentarias, después nuevamente 8:00pm en día hábil para recibir a Alianza y como previo a la visita a Santa Marta con 70 horas de receso, para finalmente cerrar la maratón ya programada alrededor de las 10:30pm en Barrancabermeja, siempre y cuando la serie de Copa no se vaya a disparos desde el punto penal, antes de ir a “quiénsabedónde” para enfrentar a América. Por algo será que la agremiación de futbolistas colombianos lleva un pleito de cuatro años, phttps://x.com/acolfutpro/status/1703782959252205956?s=20.idiendo condiciones mínimas dignas en las que se imponga el bienestar del trabajador humano por encima de la máquina de dinero liderada por el Grupo Werthein y la Dimayor:
El silencio no es ni será opción, así las manos sigan atadas.
El canto de gol para acompañar esta lectura es ‘Tristeza’ de la banda bogotana Los Elefantes:
https://www.youtube.com/watch?v=gAYYgG-BdoY
Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano