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Hace más de 100 años, un 8 de marzo, un grupo de valerosas mujeres se reunieron y marcharon para tener mejores condiciones laborales y salarios dignos, además de tener igualdad de oportunidades respecto a los hombres. Esta causa fue reconocida internacionalmente y ha trascendido hasta ahora, cada día reconociendo más su valor.

Estudié en un colegio católico, donde el 8 de marzo era una «celebración» llena de frases comunes y sin sentido, rosas, chocolates y un resonar constante de la horripilante canción «Mujeres» de Ricardo Arjona. Con el tiempo entendí que esto, lejos de ser una «celebración» de ese calibre, es una fecha en donde se conmemora la valentía de la mujer, la fuerza para luchar contra las injusticias y el clamor para tener igualdad de condiciones. 

Las causas no han cambiado. Hoy, en pleno 2023, también hay un grupo de valientes mujeres luchando por tener mejores condiciones laborales y salarios dignos: las futbolistas colombianas, a las que quiero dedicar estas breves palabras y reconocer su coraje y fuerza para luchar contra las adversidades. A todas, no solo a las jugadoras de Millonarios, porque ante el panorama que existe en el fútbol femenino colombiano no queda más que solidarizarse y luchar por esta causa más allá de pasiones y colores. Se han tenido que aguantar imbéciles que les programan torneos de 3 meses, que les pagan sueldos y contratos miserables, que denigran de su labor, que las vetan y censuran, que abusan física y mentalmente de ellas, que las manosean cambiando las reglas de juego, entre muchos otros improperios y canalladas. 

Desde hace un tiempo he venido siguiendo a Millos femenino, pero no es suficiente aún. Del equipo masculino me sé los dorsales, las formaciones, las fechas de los partidos, veo contenido en redes, etc etc, pero del equipo femenino aún no lo hago al mismo nivel. Los hinchas (no todos, pero sí creo que la mayoría), estamos en deuda con el fútbol femenino y tenemos la posibilidad de ayudar a cambiar ese escenario adverso al que se enfrentan. ¿Cómo? Yendo a los partidos, «consumiendo» más fútbol femenino, viendolas en el canal de los derechos cuando transmiten, acompañandolas y alentandolas.

Pero sobre todo, haciéndose hinchas de Millonarios femenino. Porque es claro que muchos no son hinchas de Millonarios, son hinchas de Millonarios masculino. A las previas y partidos no asisten, o si le preguntan quién marca la banda derecha del equipo no tienen la menor idea. Hasta hace un par de años yo era así, y aunque esto ha cambiado aún no es suficiente y hago mea culpa al respecto.

Por Lizeth, por Ledys, por Lina, por Kena, por Isabella, por Yorelis, por Vanessa, por Natalia y por todas aquellas que día a día dignifican esta profesión y luchan por mejores condiciones laborales, así como hace más 100 años. Las historia y futuras generaciones de futbolistas les reconocerán el esfuerzo más temprano que tarde.

Por Andrés Rey
Twitter: @andresreyhdez