Millonarios Atlético Mineiro 2023

Canto de gol: el corazón

«El corazón me dice que se puede. La mente dice ‘no’». Con esta frase un internauta conectado al tercer tiempo resumía su reflexión sobre cómo presagiaba el partido de vuelta con el 1-1 que se va en el equipaje de bodega a Belo Horizonte.

Puede que la mente a unos les diga que no es posible clasificar; a mí me sigue quedando la idea de que si Carabobo planteó un buen partido en casa al que sólo le faltó el gol y que, antes del tercero de Mineiro y la expulsión de Pernia en Brasil, el equipo venezolano los hizo pasar angustias, lo mostrado en el Campín por Millonarios dice que también poseemos las armas para atacar y herir. La cabeza, si me apuran, es más bien lo que nuestros jugadores deben tener en su sitio, para la cordura en el juego y los pases, para optar por la solidaridad concentrada en fase defensiva y para el pase preciso y el remate sin titubeos en el ataque. La cabeza tiene que decirles que sí pueden, que sí tienen con qué, que con muchos menos dólares en nómina y menos redoblantes mediáticos jugamos un buen tú a tú en casa.

El corazón, por el contrario, no me dice solamente que sí lo podremos ganar en el Mineirão, sino que el profesor Gamero entendió que Cataño debe jugar por el centro para mostrar su mejor yo, que este partido le tiene que valer para comprobar que el hoy de Juan Carlos Pereira está por encima del de Larry, que aún con una amarilla debe mantener a un enchufado y activo Perlaza; que Osquitar debe ser cobijado para evitar la ansiedad, que hay que filtrarle balones a la espalda de Leo y que no puede botarle la responsabilidad del milagro a Lucho Paredes.

La frase del oyente y acostumbrada retahíla de tantos seres humanos es que la cabeza y el corazón suelen ir en direcciones contrarias. En esta serie, que aún sigue con un gran interrogante, la diferencia tampoco la veo clara, porque es la cabeza nuestra y las de nuestros muchachos las que se tienen que impregnar de lo que los latidos del corazón les tienen que hacer creer y convencer: con todos sus millones los brasileños no nos pasaron por encima; ¿por qué no vamos nosotros a apostar por una segunda hazaña en el país más grande del continente en este nuevo siglo? Ya nos medimos, ahora ya sabemos hasta donde podremos y querremos pelear.

El canto de gol para acompañar este análisis cargado de confianza en nosotros es ’Fe’ de Los Hermanos Lebrón: https://youtu.be/rVWUfYtzvYs 

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano