Punto naranja en Paraguay

Sentimientos encontrados luego de la primera presentación internacional del segundo semestre del año. Millonarios regresó a Defensores Del Chaco después de 33 años y empató 1-1 con General Díaz en la ida de la segunda fase de la Sudamericana. Habrá revancha el 15 de agosto con la serie a favor, con un gol de visitante que puede valer oro y con lo que se espera será un Campín más azul que nunca ante un equipo sin hinchada. Parece como si estuviéramos cerca de definir la serie tras el 1-1 en la ida…

Sin embargo, hay una sensación rara en el ambiente del hincha luego del empate. Porque en la previa parecía que era uno de esos partidos ganables para sacar pecho y llenarse de orgullo, que nada es más lindo que ganar en otro país si se trata de fútbol internacional. Porque General Díaz es a Paraguay lo que un Patriotas es a Colombia (por estadio, Palmarés e hinchada). Porque la misma prensa paraguaya estaba predispuesta del miedo por jugar contra un equipo de Colombia. Porque por nombres este equipo tiene nómina para pasar por encima, más después de haberle ganado a Corinthians…

Quedó la misma sensación del domingo pasado. Millos jugaba contra el equipo que va a descender y en las cuentas de todos estaban los 3 puntos. No pasó. Ahora, Millos jugaba contra un rival de media tabla de Paraguay y en las cuentas de la mayoría estaba que por fin íbamos a ganar en Defensores Del Chaco. No pasó.

De hecho, el primer tiempo mostró mejor a General Díaz que a Millos. El equipo azul no jugaba bien hasta el penal sobre Salazar que Ayron convirtió en gol, pero sobre el final, como casi siempre sobre el final, llegó el empate del local. Habrá que revisar qué es lo que pasa para que en los últimos minutos nos quiten puntos que duelen, porque lo hizo General Díaz, lo hizo Chicó y lo hicieron varios equipos el semestre pasado en partidos que terminaron costando las dolorosas eliminaciones de Liga y Copa Libertadores.

No cabe duda. Equipo tenemos, nómina tenemos, técnico tenemos. Todo lo tenemos para llegar lejos en todo lo que juguemos, pero también juega el factor mental. Hay que creernos el cuento. Si fuimos capaces de ganarle a Corinthians en su mega-revolucionado estadio, teníamos que ser capaces de ganarle a General Díaz jugando en casa prestada. Por muchos momentos nos vimos superados, nos faltó imponer ese ritmo al que ese Millos versión Russo nos acostumbró desde el año pasado, en ese factor mental fallamos.

La historia dirá que un día Millonarios quiso jugar con una camiseta naranja en Paraguay, como también lo hizo alguna vez con una camiseta gris en Bucaramanga o una dorada en Argentina, y terminó sacando un empate contra General Díaz, un equipo que no conoce nadie. Está más que claro que la serie está favorable y que liquidarla en la altura de Bogotá parece un reto aceptable, pero tenemos que acostumbrarnos a ganar. Hay una mística copera que a Millos le hace falta y que tenemos que buscar.

Twitter: @elmechu

Repasa la Ficha Técnica del empate.