Parecía goleada, terminó en sufrimiento

A los 5 minutos, para sorpresa de todos, el visitante cobró de costado con destino final un cabezazo que bañó a Faríñez y puso el primer gol del partido. De repente, Millonarios perdía en su casa, con su gente y frente a un rival que no había ganado en todo el torneo.

La desventaja temprana era un reto para toda la familia azul para medir su capacidad de respuesta. La reacción fue mejor que excelente gracias a César Carrillo: a los 13, cabeceó un córner y puso el 1-1, y a los 16, recibió de Montoya y remató de media distancia para poner el 2-1, golazo que devolvió la tranquilidad a la gente en la tribuna.

Desde ahí, Millonarios fue una aplanadora liderada por la creatividad de Mackalister y Montoya, dos jugadores que terminaron opacados por los goles de sus compañeros pero que fueron fundamentales en el partido. Juan David Pérez anotó el tercero a los 40 e ilusionó a la gente que empezó a hacer cuentas: «¿hace cuánto no hacemos seis goles?», preguntaba la afición en occidental. Con lo mostrado en el primer tiempo parecía como si fuéramos a vivir una de esas goleadas que tanto le gustan al hincha…

No hay duda, la hinchada esperaba una paliza en el complemento, a los 16 segundos se terminó el sueño, cuando Huila anotó el 3-2 que nos dejó fríos a todos. Desde ahí, lo que parecía un recital se convirtió en un martirio. No es broma si decimos que los 12 mil asistentes al estadio sudamos frío en más de una ocasión con los ataques del rival, más después de la infantil expulsión de Payares, que se dejó cancherear de un rival y mandó un cabezazo a lo Iguarán.

Parecía uno de esos partidos en los que la fiesta se siente desde antes en la grada y terminó siendo un ritual de sufrimiento hasta el último instante. Vino el silbatazo de Mosquera y el desahogo de toda la gente que por un instante pensó que la remontada se complicaba.

Con aciertos, como la maravillosa tarde de Carrillo, y con errores, como esos dos goles tempraneros, Millonarios sumó tres puntos más para seguir en la parte alta de la tabla y seguir invitando a soñar a sus fieles. En otras épocas, este era de los partidos que se dejaban escapar. El temple y la garra de este plantel logró salvar la tarde.

Twitter: @elmechu
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