Los ensayos no funcionaron
El profe Gamero es una persona muy extraña. Dice una cosa ante los medios en las ruedas de prensa y hace otra totalmente opuesta en el campo de juego. Por ejemplo, dice que no le gusta el perfil cambiado pero insiste con Perlaza como lateral por izquierda, o dice que no le gustan las rotaciones y a los dos días cambia a todos los jugadores del frente de ataque. Claro, hay cosas que se hacen con convicción (como la de Perlaza) y cosas que se hacen por obligación (como no poder utilizar a Macka y Uribe por temas físicos).
Lo cierto es que en Envigado el profe quiso probar cosas nuevas y ensayar variantes, tanto en nombres como en juego. Entonces vimos a Quiñones de titular y a Guerra volver a pisar una cancha después de mucho tiempo, y vimos a Pereira jugando en la posición de Macka y a Márquez teniendo minutos como inicialista. También vimos a Vega salir más al ataque y a Giraldo respaldando en funciones de marca y jugando al tercer central.
Y también vimos que los ensayos no funcionaron y que el Envigado, un equipo lleno de juventud y picardía, cuyo promedio de edad es de 23 años, le manejó el partido al profe Gamero y a todo Millos, y se fue justo ganador. Cuando quiso acelerar, Envigado nos ganó todos los duelos, y cuando quiso pausar, sus jugadores quemaron todo el tiempo que quisieron. Millonarios no tuvo la malicia para afrontar el duelo, ni con fútbol ni con eso que llaman «cancha».
Dimayor programó el partido a las 4 pm de un día laboral y el primer tiempo fue digno y acorde a un partido de 4 pm de día laboral: aburrido, friccionado, sin acciones ni emociones. Hubo solo dos opciones de gol, ambas para el local, la primera con un cabezazo que pasó cerca y la segunda con un remate que sacó Ruiz. En Millos escaseaban las ideas y los remates al arco.
Tal vez algo no le gustó al profe Gamero y por eso para el segundo tiempo mandó al campo a Emerson y Ruiz por Yúber y Guerra. Los nombres eran distintos pero el rendimiento era el mismo. Este Millos de hoy era un equipo huérfano de ideas, carente de variantes y con cero profundidad. Envigado, en cambio, tenía muy poco la pelota pero era más vertical, sus jugadores jugaban con mucha velocidad y primera intención.
A los 58 se desequilibró por primera vez el partido. De un lateral llegó el primer gol naranja. Asprilla recibió en el área, regateó a los dos centrales azules y luego definió ante la salida de Ruiz. Fue un golazo del atacante naranja pero hay complicidad del sistema defensivo de Millonarios. La cosa estaba cuesta arriba, porque no solo perdíamos el partido, también estaba el pequeño detalle de que a este Millos hoy se le había olvidado que para hacer goles hay que patear al arco.
Luego de 73 largos y tediosos minutos, Millonarios por fin tuvo un disparo a puerta y fue gol. En un tiro de esquina, Llinás cabeceó y mandó el balón al fondo de la red del arco sur del estadio. Era el 1-1, milagroso y en acción de pelota quieta que es uno de los dolores de cabeza que tiene el Embajador 2021-2. Estalló la mitad norte de la tribuna, llena de hinchas azules.
Pero tristemente, la alegría duró poco, apenas tres minutos. Porque este Envigado que lo ganaba todo en velocidad se encontró el segundo gol luego de un rebote que le dejó servido a Durán mano a mano con Ruiz y poner el 2-1. El delantero fue a donde estaba la hinchada azul a celebrar tapándose los oídos, como si desde pequeño odiara a Millos. Había costado demasiado empatar, no se podía creer que se perdía la ventaja tan rápido.
Millos siguió fiel a su constante de tener la pelota pero no saber qué hacer con ella, y como para hacer goles hay que patear, y los Embajadores no disparaban a puerta, para el Envigado fue más fácil administrar la ventaja. Claro, con escenas de simulación de lesiones y quema de tiempo incluidas, pero nadie en Millonarios fue al menos a reclamarle al central. No solo nos faltó poder de ataque, también nos faltó malicia. Y así llegó el final.
Gamero quiso hacer ensayos aprovechando la holgura en las dos tablas y no le salieron. Millos fue un equipo lento en defensa y en ataque y por eso perdió con el Envigado, que fue más veloz y más dinámico. Moraleja: para ganar partidos hay que hacer goles y para eso hay que disparar al arco. Nos dejamos manejar el partido de un equipo joven.
Twitter: @elmechu
Esta es la Ficha Técnica del partido.