Goleada que reconforta
Luego de aquella tanda de penales que nos dejó afuera de la Copa Libertadores el orgullo del hincha azul estaba herido. Para muchos, haber fracasado en el torneo continental era sinónimo de algo igual a nivel local. También se había quebrado la confianza, y lo que sucedió hoy ante el Bucaramanga era lo único que se necesitaba para recobrarla.
Una jornada redonda, que incluyera ganar, gustar y golear, que volviera a despertar aplausos y gritos de «ole» en las gradas. Poco importó el aguacero torrencial que cayó sobre El Campín en el segundo tiempo. Millonarios necesitaba reconfortarse con sí mismo y con su hinchada, y Kouffaty, Machado y Arango se encargaron de volverle a dibujar una sonrisa a esas 12 mil personas que llegaron a verlo en vivo, y a los millones que lo siguieron por TV.
Antes del juego, Bucaramanga venía con buenas referencias. Había ganado en su debut y, aunque perdió con Nacional, para todos el «canario» no mereció perder. Ese Bucaramanga que había despertado elogios de los medios se fue vapuleado por un Millonarios que, incluso, perdonó la vida en varias ocasiones y que pudo haber ganado por más goles.
En líneas generales, fue un muy buen partido. Millonarios ya había mostrado pasajes de buen fútbol en los partidos pasados que no se habían materializado en triunfos. Por eso, esta victoria sobre Bucaramanga es demasiado importante. Es mandar un mensaje: «tenemos equipo».
Sigue el primer descanso de semana completa desde que iniciaron las competencias, tiempo suficiente para preparar el primer partido como visitante de la Liga el próximo domingo ante Rionegro Águilas. Por ahora, el hincha tendrá una semana feliz y llegará sonriente a su lugar de trabajo y estudio. Como debe ser siempre…