¡Ganó el campeón!
Luego de tres años sin poder ganar el superclásico del FPC en Bogotá, teniendo en cuenta que la final de hace dos meses terminó en empate en el tiempo reglamentario, Millonarios volvió a celebrar tres puntos contra Atlético Nacional en el Estadio El Campín.
Sin Luis Paredes (esguince) ni Juan Pablo Vargas, quienes por las fuertes faltas sufridas en Cali no pudieron recuperarse, el profesor Gamero salió a la cancha con el mismo 11 que enfrentó a Once Caldas, dejando a Jorge Arias como central por izquierda.
Con un marco bañado por los rollos de papel y una gran asistencia de hinchas albiazules, no hubo preámbulo ni tiempo para sentarse en las sillas, cuando un pique al vacío de Daniel Ruiz por la banda oriental derivó en una asistencia impecable para Daniel Cataño, quien de cabeza puso el 1-0 en el cuarto minuto del partido.
El conjunto Embajador no daba tregua y manejaba el balón, los tiempos y la intención de juego, ante un Nacional confundido y absorto en pases erráticos y una presión muy alta propuesta por el campeón colombiano. Sander Navarro se adueñó de la banda derecha en defensa y ataque, al igual que Omar Bertel por el otro costado. El gran despliegue defensivo y ofensivo de los dos laterales sembró al equipo verde en su campo y diluyó las pocas intenciones rivales por las bandas. El primer tiempo terminó con la expulsión de Jorge Aguirre tras un codazo a Larry Vásquez -ambos amonestados en la jugada previa- que el VAR informó al central Santiago.
Con un hombre de más en la cancha el DT saca a Larry para cuidar su amonestación y con el ingreso de Jader Valencia inició la segunda mitad y un cúmulo de jugadas que debieron ampliar el marcador a favor, pero los yerros de Jader y Edgar Guerra (remplazó a Ruiz), las manos de Kevin Mier, los balones sacados en la raya y dos goles anulados -uno de ellos de estupenda factura de Leonardo Castro que habría cerrado el estadio- ahogaron cuatro o cinco gritos de gol de los asistentes al Nemesio en la soleada tarde de domingo.
Al final el hombre de menos no se evidenció tanto ante la intención del subcampeón paisa de buscar un empate inmerecido, pero luego de las últimas jugadas de susto Millonarios volvió a equilibrar la posesión y con el balón en campo contrario el pitazo final sonó. Tres puntos azules que nos dejan paulatinamente en la cuarta posición del 2023-2 y, a la espera del calendario de Copa, con un casi seguro descanso de una semana completa antes de enfrentar a Águilas en Rionegro. El campeón hizo respetar su casa y el lunes de inicio de semana vuelve a ser azul y feliz.
Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano
