Frío empate para abrir la serie

Todavía con la resaca de lo que había pasado el domingo, con las tribunas vacías por lo mismo, con la posibilidad latente de conseguir un triunfo para barajar de nuevo y levantar la cabeza, con la necesidad de sacar un resultado amplio para defenderlo a muerte en Barranquilla… y Millonarios solo empató, en un muy mal partido, otra vez contra Junior.

Del partido solo queda un análisis: ¿acaso no hay alguna otra fórmula distinta al centro desesperado buscando un cabezazo milagroso? ¿está prohibido patear desde afuera del área? ¿es obligatorio que para patear al arco se deba hacer desde el borde de las cinco con cincuenta? Porque Millonarios, durante noventa y tantos minutos, salvo una o dos acciones esporádicas, solamente tiró centros inofensivos al área rival para hacer la tarea más fácil.

Fue ver la repetición de lo mismo una y otra vez, y levantar las manos y dar gracias al cielo porque la jugada más peligrosa del partido, que la tuvo Junior, pegó en el palo y todavía no se sabe cómo no entró, porque hubiera sido un papelón dos derrotas seguidas contra un equipo al que históricamente le cuesta ganar en Bogotá.

La preocupación que queda, es que este Junior que se presentó hoy era más liviano que el que nos ganó el domingo, que en la previa, con la pesada contra la mixta, lo normal era sacar mínimo dos goles de diferencia. Dejamos escapar una gran oportunidad, y ahora tocará viajar a Barranquilla, la plaza más difícil históricamente para nosotros, a hacer la heroica y conseguir la clasificación allá.

El resultado fue negativo, pero lo que deja las dudas en el ambiente, y lo que tuvo a la tribuna vacía, es el juego del equipo, sin ideas y repetitivo. Hay mucho por evaluar de cara a la noche del sábado, la noche de Techo, que esperemos no sea igual de gélida y vacía como esta de hoy.

Twitter: @elmechu