Contundente y necesario
Había presión en el grupo por la forma dolorosa y cruel como se habían perdido los puntos del fin de semana en Barranquilla. También había presión porque ya se sabía el resultado del otro partido del grupo. Tolima con puntaje perfecto, un empate o una derrota nos dejaba mal parados en el cuadrangular. Había que ganar o ganar.
Y Millonarios salió a esa cancha de El Campín con casi 20 mil fieles en sus tribunas a comerse el mundo y a todo aquel que se le atravesara, no importó si el equipo que estaba al frente jugaba de amarillo con negro o de rosado (Dios, por fin se rompió esa mufa de no poder ganarle a equipos que nos visitan de rosado). Había que ganar para no perderle pisada al Tolima, esa era la única consigna, si en la mitad se podía lograr ganar por varios goles de ventaja, mejor.
El ímpetu con el que el equipo de Gamero salió a jugar el primer pasaje del partido fue muy parecido a lo que se vio en Barranquilla frente al América pero con un valor agregado fundamental: esta vez a Uribe sí le llegaron las pelotas dentro del área para poder definir, y el delantero aprovechó dos para liquidar la contienda antes de los primeros 20 minutos. Dos goles del máximo goleador del campeonato sentenciaron el partido, y tal vez, también el destino de Alianza Petrolera en los cuadrangulares.
Después del 2-0 vino la amarilla a Macka que lo deja afuera del partido del domingo en Ibagué y casi que para ese instante Millos bajó el pie del acelerador, dejó que Alianza creciera en espíritu y tratara de buscar algo en ataque pero nunca sufrió el partido. Si bien el equipo azul se alejó del arco de Chunga y dejó venir al rival, no se generaron acciones de riesgo sobre el arco de Esteban Ruiz.
Para el complemento, Alianza realizó tres sustituciones tratando de volver al partido e intentó durante los primeros 5-10 minutos acercarse al arco azul sin éxito. Después de eso, Millos se volvió a montar en el partido y jugó a placer y comodidad los siguientes 40 minutos del juego. Hubo por ahí una salida en falso de Esteban Ruiz que alcanzó a asustar a algunos por el reciente antecedente de Barranquilla y hubo tres o cuatro acciones de contragolpe en los que se pudo haber pasado algún drama pero en los que siempre la visita no supo aprovechar. Insistimos, el partido no se sufrió.
Los minutos finales sirvieron para los cambios, los aplausos, los cánticos y las ovaciones. «Ole ole ole ole, Macka, Macka» sonó durísimo. También «goleador, vamos vamos goleador» y el mismo tono para Gamero. Jáder Valencia ingresó por el hiper aplaudido Fernando y se encargó de darle a los 20 mil fieles una alegría más con un golazo en la última jugada del partido para poner el 3-0, que era más justo pero todavía un poco corto para lo que se había visto en el terreno.
Millos ganó, gustó y goleo, superó la presión inicial por la derrota anterior y el triunfo del Tolima y le pasó por encima a un equipo que pegó más de lo que jugó. Sigue un mini-playoff frente al Tolima que podría definir el futuro del cuadrangular mientras que de reojo hay que ver cómo le va al América frente a este Alianza que tiene disfraz de cenicienta.
Twitter: @elmechu
Esta es la Ficha Técnica del partido