Millonarios Equidad 2021

Caímos en la trampa otra vez

Apenas iban 3 minutos del primer tiempo y un jugador cayó al piso. Se quedó ahí un rato, el árbitro pidió asistencia y entraron los camilleros. El jugador se subió en la camilla, fue trasladado afuera del campo por occidental y apenas la camilla tocó el suelo se levantó para pedir reingreso. En la acción se perdió un minuto, tal vez más. No era nada nuevo, así juega Equidad cada vez que visita a Millonarios con la firma de Alexis García, lo sabíamos todos, desde Gustavo Serpa hasta «La monita» que ayuda en el ingreso de la puerta de prensa en El Campín.

El problema no es que el estilo de juego de Equidad no guste y sea feo, porque es algo válido dentro del juego, ni que al árbitro le haya faltado carácter durante varios pasajes del partido y haya perdonado amarillas (también nos perdonó varias a nosotros). El problema real es que todos sabíamos cómo era el estilo de juego de la visita y que el equipo se haya dejado contaminar para terminar cayendo en la trampa.

Se sabía que Equidad iba a cortar juego, que iba a salir muy ordenado atrás a cerrar todas las grietas, que sus jugadores iban a quemar tiempo cada vez que se pudiera y que Millonarios debía tener mucha, pero mucha paciencia porque regularmente es un equipo al que las ideas se le van cada vez que debe enfrentar esta clase de equipos. También se sabía que Equidad venía mal y que a Millos le encanta levantar muertos.

También se sabía que Millonarios no podía caer en el juego de la visita y preciso eso fue lo que sucedió. Al primer tiempo soso y sin ideas lo salvó la alegría de Yúber Quiñones, el mejor del frente de ataque, el «pelado» que se tomó confianza para patear varias veces desde afuera y despertar los «uuuhhh» en la tribuna, el único que inquietó al portero Román, el distinto en medio de la impotencia del ataque azul. Y menos mal que en Equidad pusieron a un volante a jugar de 9, porque la visita tuvo varias oportunidades de hacernos daño en la contra pero la velocidad de Mantilla perdió contra Murillo (otro de los destacados) y el portero Ruiz.

Dos cambios para el segundo tiempo: afuera Pereira (mejoró bastante jugando en su posición natural) y Román, adentro Perlaza y Guerra. Yúber pasó a ser el mediapunta. Millos intentaba pero siempre se estrellaba, y todo fue peor cuando Quiñones, el alegre, tuvo que dejar la cancha por una molestia para darle paso a Jáder. Equidad esperaba, aguantaba, frenaba, hasta contragolpeaba, pero sus jugadores no sabían que hacer con la pelota cuando pasaban el primer cuarto de cancha, como que se sorprendían de tener la opción y también se equivocaban.

Guerra recibió una pelota por la izquierda con una finta y se ganó los aplausos. Después, solo quiso hacer tacos y terminó desesperando a la afición. Millonarios se seguía estrellando pero era afortunado porque Equidad no sabía contragolpear hasta que llegó el único tiro a puerta de la visita, también en una contra en la que había superioridad numérica, en la que Camacho recibió, enganchó hacia adentro y disparó a puerta como para ver qué pasaba, y la pelota pegó en Murillo, descontroló a Ruiz y fue gol. Negocio redondo para los de Alexis.

Gamero envió al campo a Márquez para ver si «a la maldita sea» llegaba la igualdad y Millonarios ya era solo pelotazo a ver qué pasaba. Equidad aprovechaba cada oportunidad para tirar alguno de sus jugadores al piso o demorar la reanudación de las acciones. Los jugadores de Millos, llenos de impotencia, caían en el juego y terminaban armando debates y peleas, todo lo que quería la visita para consumir el reloj.

Sobre el final, el portero visitante le atajó la más clara a Murillo. Antes había errado Macka. Se terminó el juego y toda la tribuna, completamente salida de casillas por la quema de tiempo, puteó a Equidad y a su arquero al unísono, y él aprovechó la situación para pavonearse cual reina de belleza por toda la cancha tirando aplausos para que lo insultaran más duro. Tal vez fue la mejor noche de su vida.

Millos nunca encontró la fórmula y cayó en la trampa del Equidad de Alexis. Al final también salió expulsado Guerra, para completar la mala noche del equipo de Gamero en Halloween. Por segundo partido consecutivo, el equipo de Gamero se dejó manejar el partido del rival por la misma desesperación. Es imperativo trabajar el aspecto mental, y el creativo, porque otra vez estamos viendo que cuando los rivales se cierran las ideas en ataque escasean.

En Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido