Buen comienzo en una cancha difícil

Antes del 18 de julio de 2021, Millonarios solo había podido ganar cuatro veces en la historia en el estadio Libertad, cancha que no visitaba desde 2018, y en la que había ganado la última vez para romper 11 años sin triunfos. El Pasto solo había perdido un partido en todo el año en su cancha. Con estos antecedentes, y por lo visto en la cancha, sobre todo en el segundo tiempo, el triunfo logrado por el equipo de Gamero en la capital de Nariño vale demasiado en el debut en el Finalización.

Millonarios ganó el partido con justicia y autoridad, yendo de menos a más, con una estrategia de presión alta bastante buena -sobre todo en la etapa complementaria- que hizo jugar al local muy metido en su cancha y provocando el error en salida por el ahogo constante en cada salida.

El partido comenzó como todo primer partido de la temporada: fricción, exceso de pelota en media cancha, pocas opciones, jugadores «tiesos» soltándose para la competencia. Pasto lo intentaba siempre por la derecha, Millonarios ofensivamente mostraba muy poco. Todo esto hasta que Harrinson Mojica tiró un centro perfecto desde la izquierda al segundo palo y allá apareció Uribe para definir y poner el 1-0. Era la primera llegada de gol del Embajador en el partido y se desequilibró todo. El equipo de Gamero creció en la cancha y Pasto no volvió a asomarse al área azul.

El empate del local llegó rápido, recién comenzaba el segundo tiempo, en una acción rápida por derecha que finalizó bien Hidalgo. Con el 1-1 en la pizarra, Millonarios jugó con líneas adelantadas buscando ser el dueño de la pelota y el espacio, los azules buscaban ahogar la salida del local, provocar el error y facturar. En medio de eso, el ataque azul fallaba en el pase al llegar a tres cuartos de cancha, sobre todo con Emerson desde la derecha.

El hincha pedía cambios a gritos y Gamero mandó al campo a Ruiz por Mojica, quien era la figura. El cambio en primera instancia no gustó, pero dos minutos después, un centro desde la izquierda encontró la cabeza de Emerson y fue el 2-1. Así es este juego, el jugador que más pedía la hinchada que dejara el terreno había cambiado la historia.

Ese 2-1 subió los niveles individuales y colectivos de todo el equipo en el frente de ataque. Pasto jugaba con sus líneas muy replegadas y cortas entre ellas, incluso con la desventaja en el marcador. Millonarios parecía el local, daba la impresión de que estuviéramos jugando en El Campín y no en Libertad. El local nunca encontró la fórmula y Uribe, que siempre que ve la camiseta del Pasto hace gol, se encargó de sentenciar la historia en el minuto 90 con una gran definición entrando al área por izquierda para el 3-1 definitivo.

Millonarios ganó bien, con total autoridad. el equipo gustó mucho en el segundo tiempo y evidenció la misma idea de juego del Apertura. Históricamente no es fácil ganar en Pasto para Millos ni hacer tres goles en Libertad. Por eso estos primeros tres puntos del semestre cobran más valor, pasaron 18 años desde la última vez que habíamos anotado tres goles en la capital de Nariño.

Fue un muy buen arranque, pero como dice la frase de cajón, «esto apenas comienza».

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido.