El arco está cerrado
Debut de Copa Libertadores, 25 mil almas en las gradas. Al frente, el campeón de Brasil, el mismo que nos habÃa ganado dos veces la última vez que afrontamos la fase de grupos de la Copa. El debut esperado por todos, tal vez el partido que más expectativa tenÃa después de aquel 17 de diciembre del año pasado, incluso por encima de la Súper Liga.
HabÃa que tener actitud de Copa, en la cancha y en la tribuna. HabÃa que aprovechar ese miedo natural que le tiene el brasileño a jugar en la altura bogotana. HabÃa que salir a comerse entero al rival, a ahogar a cada Corinthiano desde el vamos. Y asà fue. Le pueden criticar cualquier cosa a este equipo, menos el corazón y las ganas. Desde que Roddy Zambrano hizo sonar su pito, Millonarios fue una aplanadora que presionó en salida al Timao y no lo dejó respirar.
El público en las tribunas se contagió de la garra de sus muchachos, por lo menos asà se sintió en Oriental. Era el ambiente soñado de Copa, el equipo poniendo al rival contra las cuerdas, su hinchada detrás cantando unida y haciendo del estadio una caldera. Estaban todos los ingredientes puestos, excepto uno, el más importante: el gol, el que nunca llegó porque el arco estaba cerrado.
Corinthians sufrió esos primeros 45 minutos. De hecho, aplicando completo el libreto, aguantó 53, hasta esa acción en la que Huérfano no supo definir. El grandote Cassio tenÃa que quemar tiempo en cada saque de meta porque la presión azul era exhaustiva. Millos lo hacÃa todo bien hasta que tocaba definir, ahà se dejó ganar por la ansiedad de jugar la Copa, y no remato. Tampoco podÃa tener ese mismo vértigo durante todo el partido, y desaceleró.
Fue ahà cuando Corinthians, que habÃa sufrido el vértigo a todo pulmón de Millos, tuvo un respiro. Y resulta que en una Copa no le puedes dar la pelota al campeón de Brasil, porque si algo saben esos tipos es administración de balón. De un primer tiempo que fue solo Millos pasamos a un segundo tiempo mano a mano, en el que la acción más clara de gol la tuvo la visita con un remate al palo.
Al final, un gran primer tiempo en el que no se aprovechó con goles, y un segundo tiempo parejo. Empate sin goles que pesa para la estadÃstica: Millos sigue sin poderle ganar a Corinthians en partidos por los puntos y sigue con déficit ante brasileños en Copa. Y asà es esto, el margen de error no existe. Los puntos que se dejaron escapar hoy se tienen que recuperar como sea en Avellaneda, tierra en la que la hinchada ya prepara una excursión masiva.
Hubo actitud de Copa, pero a veces no es suficiente. El arco está cerrado y se necesita con urgencia que se abra para no tener que sufrir más adelante por los puntos perdidos.
Twitter: @elmechu
Repasa aquà la Ficha Técnica del partido.