Os irmãos brasileiros
Antes, durante y después del partido, la afición del Atlético Paranaense se llevó todos los honores para el galardón de «Mejor anfitrión». Los torcedores del Rubro-Negro, empezando por su propio presidente, colaboraron con los hinchas azules que llegaron desde Colombia, Paraguay y Argentina en uno de los gestos más nobles que se haya podido apreciar en el último tiempo.
La historia de esta historia, valga la redundancia, no comenzó desde hace unos dÃas con los reportajes que hacÃa la prensa brasilera o las fotos de los hinchas de ambos equipos departiendo en el estadio; tampoco cuando el presidente del Paranaense decidió entregar 30 entradas gratis a los hinchas azules antes del juego. Hace unas semanas, en Orlando, fui testigo de presenciar a la afición de Corinthians decirle a todos los azules que estaban en el estadio que eran «hinchada amiga por Banda Kennedy», incluso, los amigos de Millonarios NY fueron invitados a un asado organizado por la torcida corinthiana ese dÃa.
La historia inicia hace cinco años, cuando Millos visitó a Gremio en Portoalegre. Aquella vez, la afición del club local también recibió y ayudó a los viajeros azules, y fue el inicio. Si creen que se debió a lo acontecido con Chapecoense, se equivocan de nuevo, aunque influyó muchÃsimo.
Ahora, en Curitiba, en pleno dÃa de partido fue normal ver a hinchas de Millonarios caminando con su camiseta puesta por varios lugares de la ciudad y saludándose amablemente con los aficionados de Paranaense -y de Curitiba, el clásico rival de los rojinegros-, Luego, en el estadio, fue normal ver aficionados de ambos equipos compartiendo tribuna (o con prendas del contrario, como se ve en la foto). Y cuando sonó el pitazo final, las dos hinchadas se fueron a tomarse unos tragos en los bares aledaños al estadio, todo en convivencia extrema.
Ya son cinco años de torcidas brasileras apoyando al hincha azul viajero. No alcanzan las palabras para agradecerle al pueblo de Curitiba por todos los favores recibidos y por la gran atención que recibieron todos los hinchas azules que llegaron al partido. Y es aquà cuando da tristeza que en Colombia haya gente que quiera inventar una «rivalidad» que no existe con los cariocas, amparados en un supuesto gol, el «era gol de Yepes» que nunca fue gol porque era offside.
Ah, y también da tristeza ver que, mientras en Brasil todos los azules (y los colombianos, de hecho) somos tratados como hermanos y recibimos las mejores atenciones, en unas semanas habrá partido en Rionegro y la hinchada más viajera de Colombia seguramente no va a poder estar porque los «compatriotas antioqueños» van a pedir cédula de Antioquia para poder dejar entrar al estadio y aplicarán cierre de fronteras. Qué contrariedad….
A los hermanos brasileros, solo agradecimientos por todo. La próxima semana los torcedores de Furacao irán a Colombia y el trato va a ser el mejor.