MonterÃa se vistió de azul
En la foto se ve el sector que ocuparon los integrantes de las barras, la gran mayorÃa que llegaron desde Bogotá en el primer vuelo de la mañana de VivaColombia, que parecÃa un charter organizado por la misma hinchada azul (el 90% de los pasajeros viajaba para el partido y cuando el avión aterrizó el festival de cánticos fue tremendo).
Pero aparte, desde bien temprano, MonterÃa se llenó de hinchas azules en todas sus calles. En el trayecto del aeropuerto al centro para adquirir las boletas era normal ver un cordobés en cada esquina con su camiseta de Millos. Luego, en el hotel de concentración, varias decenas de seguidores azules hicieron lobby toda la mañana para saludar a sus figuras y sacarse la foto o conseguir la firma del autógrafo. Russo y Franco, entre otros, cumplieron el sueño.
Durante el dÃa se van conociendo historias, como la de una familia que viajó desde Sincelejo para ver el partido. «Me tocó dejar a la mujer en el centro comercial mientras el partido, era la única que se podÃa porque yo no me lo pierdo ni loco», decÃa uno de ellos. Contaba que viajaba a ver a Millos desde ahà a MonterÃa, Cartagena y Barranquilla, aunque «en Barranquilla da más miedo por la seguridad».
Y asà como ellos, varios aficionados llegaron a MonterÃa desde municipios cercanos por tierra, para unirse a los seguidores locales y a los que llegaron desde la capital, de todas las edades y estratos, para mostrar que aquella frase que dice que la hinchada de Millos es la más viajera de todas es muy cierta.
Hubo calor, hubo una leve lluvia que trajo una suave brisa y después una humedad desesperante. Millonarios no consiguió el objetivo, los «rolos» se deshidrataron, pero los hinchas costeños se fueron satisfechos solo por el hecho de haber podido ver a su equipo en vivo, algo que no pasa con mucha frecuencia.