¡Supercampeones!

En un partido intenso y vibrante Millonarios logró remontarle el 0-1 de la ida al Junior de Barranquilla, y los Embajadores gritaron Supercampeones por segunda vez, repitiendo la gesta obtenida en el Atanasio Girardot en 2018.

El profesor Gamero repitió la misma nómina que enfrentó al Independiente Medellín tres días atrás, con la inclusión en la titular de David Mackalister Silva en lugar de Beckham David Castro, pero manteniendo la misma formación 4-4-2 que ganó 5-0 el pasado fin de semana.

El primer tiempo fue de mucho juego en la mitad de la cancha y pocas opciones de gol, con un Junior totalmente replegado en su campo propio y buscando contragolpes al igual que en la ida con Yimmi Chará por el costado izquierdo y José Enamorado por el derecho. En esta primera etapa Danovis Banguero tuvo una molestia en su muslo, y debió ser sustituido por Omar Andrés Bertel en la lateral izquierda; apenas un cabezazo a las manos de Mele fue la única jugada de riesgo directo sobre el arco norte del Campín.

Para la segunda etapa el técnico Reyes sustituyó a Enamorado por Vladimir Hernández, tratando de aprovechar los espacios que Millonarios dejaba en su búsqueda por el empate de la serie. No obstante, Omar entro muy bien el partido y supo controlar las incursiones del extremo barranquillero junto a Jorge Arias.

Después de muchos acercamientos y balones que no se daban, llegó una jugada en solitario de Leonardo Castro trazando una diagonal hacia el centro, y al ser derribado y todos pidiendo o esperando una falta que Wilmar Roldán no pito, Leo asistió sin intención a Santiago Giordana. El delantero gaucho levantó la cabeza y le acomodó el balón a Mele en la parte alta del arco con un balón inatajable. Euforia en la tribuna en el equipo Embajador y 1-1 en el global.

La quema de tiempo en Junior se hizo más evidente y Millonarios se adueñó por completo de las acciones del partido, con la salida de Chará y la ralentización de las pocas intenciones ofensivas de la visita. Faltando siete minutos para el final del reglamentario, en una jugada de pisada de balón de Maca y una sucesión de rebotes, Santiago luchó la posesión del balón, asistió al capitán, y éste le sirvió la pelota a Leo Castro; el goleador de puntazo la embocó en el palo izquierdo del arquero uruguayo e hizo explotar a todo el estadio Nemesio Camacho el Campín.

Para los últimos minutos Oscar Vanegas y John Largacha ingresaron para cerrar el partido, aguantar los cinco minutos de reposición (que se convirtieron en siete), y con el pitazo final de Roldán Millos volvió a gritar Supercampeones después de seis años, alzando su segunda Superliga y le dio al profe Alberto Gamero el único título en Colombia que le hacía falta en su palmarés personal. Millonarios, así, celebrará de forma muy corta antes de preparar su viaje a la Ciudad de los Parques para enfrentar al Atlético Bucaramanga el próximo domingo.

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano